Nadal, de tentempié en tentempié

De un tentempié a otro, Rafael Nadal volvió a poner el lazo a otra jornada de rodaje y disfrute, porque el checo Jiri Vesely, como dos días atrás Alex De Miñaur, supuso otro rival idóneo (6-3, 6-3 y 6-4, en 1h 53m) para seguir elevando prestaciones de cara a la recta decisiva del torneo, con Juan Martín del Potro (7-6, 7-6, 5-7 y 7-6 a Gilles Simon) en el horizonte de los cuartos. El número uno, otra vez, se engrasó y gozó, y continuó su buena marcha en un torneo que no le veía a estas alturas desde hacía siete años, cuando consiguió competir hasta el último día.

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En otra tarde calurosa, Nadal se topó enfrente con un jugador sin colmillos ni malicia que le ofreció una resistencia inerme. Más allá de ser zurdo, factor que desagrada siempre al balear, Vesely solo le incomodó verdaderamente en el tercer parcial, cuando lo suyo era ya un imposible y Nadal se sabía ya muy por encima, a un palmo del objetivo. Entonces, el checo le quebró el servicio por primera vez, para 3-2, pero se llevó un sopapo de inmediato y el ganador de 17 grandes enfiló el triunfo que le conduce a una estación ya sugerente.

Inmerso en la segunda semana, Nadal ha ido empleando la primera para ir afilándose e ir cerrando un buen ciclo preparatorio. Superados Sela, Kukushkin, De Miñaur y Vesely, sin contratiempo alguno ni ceder un solo set, el mallorquín irrumpe con brío en los cuartos, dejando este lunes una hoja de servicios sobresaliente. Su derecha (37 ganadores), su servicio (78% con primeros y 74% con segundos, además de 9 aces) y su determinación (12/13) en la red descosieron al checo y refuerzan su confianza para tratar de dar el golpe en la casa de Roger Federer.

El suizo, mientras, sigue de exhibición en exhibición. En otro día para la videoteca, el de Basilea arrancó como un torbellino frente a Adrian Mannarino, con un parcial en blanco y desatado, para ir encontrando más resistencia después. Al final, 6-0, 7-5 y 6-4, y una secuencia de 32 sets consecutivos en Londres, a dos de su mejor serie, la que encadenó de la tercera ronda de 2005 y la final de 2006. Además, son la 81 juegos sin entregar su servicio. No lo hace desde las semifinales del curso pasado, contra el checo Tomas Berdych.

Escabechina en el cuadro femenino

En un registro sin precedentes, Wimbledon perdió ayer, con la derrota de Karolina Pliskova (6-3 y 7-6 con Kiki Bertens), a sus 10 cabezas de serie cuando ni siquiera se ha alcanzado la ronda de los cuartos. A lo largo de estos ocho primeros días han ido cediendo Halep, Wozniacki, Muguruza, Stephens, Svitolina, Garcia, Kvitova, Venus, Keys y en última instancia la checa Pliskova, octava del mundo.

De esta forma, la alemana Angelique Kerber (6-3 y 7-6 a Belinda Bencic) y la estadounidense Serena Williams (doble 6-2 a Evgeniya Rodina) quedan como máximas favoritas. La segunda, de 36 años y siete veces campeona del torneo, sigue elevando el nivel día a día y se enfrentará a la italiana Camila Giorgi (6-3 y 6-4 a Ekaterina Makarova). Si alcanzase la final, la ganadora de 23 grandes lo haría sin haberse enfrentado a una sola integrante del top-10.