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El presidente se le aparecerá ahora

La Biblioteca Presidencial Ronald Reagan se apunta a la tecnología del holograma para revivir al mandatario y recrear sus discursos delante de los visitantes

Busto de Ronald Reagan utilizado para crear un holograma sobre él en su Biblioteca Presidencial.Vídeo: Apu Gomes
Pablo Ximénez de Sandoval

El presidente que vino de Hollywood vuelve a los escenarios. La moda de resucitar con hologramas personajes del mundo del espectáculo ha llegado a una nueva frontera, los políticos estrella fallecidos. El público ya ha confirmado que está dispuesto a pagar para ver a Tupac Shakur o a Jenni Rivera en holograma. Ahora, la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, en Los Ángeles, es la primera en utilizar este reclamo para un presidente fallecido. El presidente Reagan les dedicará sus mejores frases en directo, apenas a unos metros del mausoleo donde está enterrado.

Una generación lo conoció vestido de vaquero como actor segundón. Otra lo conoció ya como gobernador de California (1967-1985). Y el mundo entero se enteró de quién era cuando lideró la revolución conservadora que tomó el poder en Estados Unidos en 1980. Entre los presidentes de la era de la televisión, Ronald Reagan fue quizá el mejor showman que ha habido en la Casa Blanca, incluyendo el presente. Su reelección en 1984 (ganó 49 de los 50 Estados) no ha sido igualada desde entonces. De alguna manera su carisma, curtido en años de radio y pantallas, siempre eclipsó sus políticas. Nunca dejó de ser el equivalente político a un icono pop, capaz de inspirar con citas bien trabajadas que hoy utilizan hasta los demócratas.

Lo que la Biblioteca Reagan ha resucitado es ese personaje, más que la persona o el político. El holograma saluda, sonríe y dedica al público esas frases que encajarían perfectamente en la campaña de cualquier candidato, a cualquier puesto. En una de las tres películas que se exhiben lo encontramos acompañado de su perro en el Rancho del Cielo donde se jubiló. Allí nos dice: “Tenemos que esforzarnos más en transmitir que América es libertad. Libertad de expresión, libertad religiosa, libertad de empresa. Y la libertad es especial y escasa. Tenemos que enseñar historia basándonos no en lo que está de moda, sino en lo que es importante. Si olvidamos lo que hicimos, no sabremos quiénes somos”. Es una cita de su discurso de despedida como presidente. Después, cuenta un chiste y se va del escenario.

“Para cualquier museo es fundamental estar a la última y encontrar nuevas formas de interesar a la gente”, dice John Heubusch, director ejecutivo de la Fundación Ronald Reagan y el museo. “El reto era crear una presencia aún más realista para nuestros cientos de miles de visitantes. Se trataba de conseguir algo lo más cercano posible a estar en una habitación con él”.

John Heubusch, director de la Biblioteca Reagan, junto a los bustos que sirvieron de modelo para el holograma, en su despacho.
John Heubusch, director de la Biblioteca Reagan, junto a los bustos que sirvieron de modelo para el holograma, en su despacho.APU GOMES

Para crear el holograma fueron necesarios profesionales de todas las ramas de Hollywood como en una producción más, explica Heubusch. “Conseguimos juntar el equipo adecuado para hacer algo tan complicado como esto. Este no es un holograma normal, es un reto muy difícil, necesitábamos a lo mejor de Hollywood”. Afortunadamente, como dice Heubusch, Hollywood está a un rato en coche de Simi Valley, la barriada del noroeste de Los Ángeles donde se encuentra el Museo Reagan.

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Al otro lado del teléfono apareció Hologram USA, la empresa especializada en hologramas de famosos que ha montado un teatro en pleno Hollywood Boulevard en el que los turistas pueden ver a Tupac Shakur, Billie Holliday, Frank Sinatra o Jenny Rivera. Hologram USA creó el escenario y la tecnología para el holograma de Reagan, mientras la productora DLux creó el contenido y el entorno de los discursos.

La primera opción fue encontrar un actor que se pareciera mucho a Ronald Reagan para rodar con él. Les resultó imposible, explica Heubusch. Decidieron ir por un camino más complicado que tardó año y medio en completarse. Encontraron un actor que podía pasar por el cuerpo del presidente. Pero la cabeza que se ve en el holograma fue fabricada por un equipo de efectos especiales a partir de una máscara de escayola. Esa máscara fue después animada y sincronizada con los discursos de Reagan. La voz es la original del presidente. Las películas están montadas a partir de discursos o lecturas suyas grabadas, aunque no corresponden con discursos completos. Todo lo que dice el holograma Reagan es algo que dijo en vida, con su voz real.

Detalle de uno de los hologramas de la Biblioteca Reagan, en el que se recrea un discurso de la campaña de 1984.
Detalle de uno de los hologramas de la Biblioteca Reagan, en el que se recrea un discurso de la campaña de 1984.APU GOMES

La moda de las resurrecciones de famosos con la actuación de un holograma de Tupac Shakur (fallecido en 1996) en el festival de Coachella en 2012. “La gente se volvió loca”, dice David Nussbaum, representante de Hologram USA. “Las ventas de sus discos se dispararon. Miles de personas que no lo habían visto en su vida pudieron verlo”. La empresa no solo tiene el teatro, sino que puede hacer también teletransporte de personas en forma holográfica. Por ejemplo, han enviado hologramas en directo de Julian Assange a una conferencia, o de Jimmy Kimmel a una entrega de premios. Esta técnica ya estaba siendo utilizada por políticos. “Nuestros socios en India hicieron uno con Nadendra Modi”, explica Nussbaum. También Recep Erdogan ha dado un discurso por holograma.

El holograma es uno de los trucos de magia más antiguos que existen, explica Nussbaum. En Estados Unidos se conoce como el fantasma de Pepper, por el nombre de un ilusionista que hacía un espectáculo de fantasmas a principios del siglo pasado. La imagen se proyecta con LED desde el suelo contra una pantalla situada en un ángulo de 45 grados y el resultado es “una figura fantasmagórica” como si estuviera realmente presente. “Para mí, el holograma de Reagan es el mejor que hemos hecho”, afirma Nussbaum. “El teatro que construimos para él es una filigrana y además es el primero en una biblioteca presidencial. Como niño de los 80, crecí con Reagan y es el primer presidente que recuerdo. Ha sido muy importante y hacer esto, llevar a un presidente al futuro, es como ser parte de la historia”.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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