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Detenido un hombre tras hallarse el cuerpo descuartizado de su novia en un congelador en Alcalá de Henares

La víctima llevaba más de un año desaparecida

Policía científica delante del domicilio donde fue hallado el cuerpo.Foto: atlas | Vídeo: atlas
F. Javier Barroso

La Policía Nacional detuvo la madrugada de ayer a Manuel M. A., español de 42 años, en Alcalá de Henares (Madrid), después de que los agentes de Homicidios hallaran el cuerpo descuartizado de una mujer en el interior de un congelador. Pese a que la víctima está aún sin identificar, los investigadores creen que se trata de su novia, una joven de 22 años, con doble nacionalidad rusa y española. La mujer llevaba desaparecida cerca de un año y medio, según fuentes policiales.

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La investigación de este supuesto crimen de violencia machista comenzó el pasado 30 de diciembre, cuando la madre de la joven acudió a la comisaría de Alcalá de Henares para denunciar su desaparición. La relación con su hija no era muy buena, pero cuando intentó retomarla unos días antes del inicio de las Navidades no logró localizarla por ningún lado, según fuentes policiales.

Los agentes del Grupo V de Homicidios de Madrid empezaron a preguntar al círculo más próximo de la mujer, en especial a los amigos más cercanos. Ninguno de estos logró dar detalles de cuál era su paradero en los últimos meses. Esto hizo sospechar a los investigadores, que se centraron entonces en la última pareja conocida, Manuel M. A.

Los policías le interrogaron y este les dijo que no sabía nada de ella desde hacía meses, que le había perdido la pista. Eso sí, cuando le pidieron que les dejara entrar en la habitación que tenía alquilada en un local reconvertido en vivienda, situada en el número 3 de la calle del Camino de Santiago, se negó a dejarles pasar. “La policía de paisano estuvo en la puerta del domicilio día y noche. Se metían en un coche y no dejaban de mirar el local”, recordaba ayer Inmaculada González, una vecina de la zona.

El número de agentes aumentó la tarde del jueves, cuando los policías del grupo V de Homicidios consiguieron una orden de entrada y registro en la vivienda. Su morador no estaba, por lo que actuaron de testigos un hombre que también tenía otra habitación alquilada y una vecina del portal número 3, Nieves Ramírez. “Volvía a casa cuando me dijo la policía que pasara a la vivienda, que yo tenía que estar dentro. Yo no llegué a entrar en la habitación. Me quedé en el salón unas tres horas hasta que les dije que era medianoche y que quería irme”, recuerda Ramírez.

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Un pequeño arcón

Los agentes encontraron un pequeño arcón congelador de color marrón de unos 60 centímetros de alto en la habitación. En su interior estaba el cuerpo descuartizado de la mujer. Los empleados de la funeraria se lo llevaron de madrugada al tanatorio de la localidad, donde ayer por la tarde estaban a la espera de que se descongelara para poder realizar la autopsia. Fuentes policiales reconocen que será difícil determinar cuándo se produjo el asesinato por el tiempo transcurrido. La víctima nació en Rusia y había sido adoptada, al igual que sus dos hermanas.

La policía emitió una orden de busca y captura para detener a Manuel M. A. De hecho, agentes que estaban fuera de servicio se reincorporaron para localizarle ante el temor de que se marchara. Lo localizó un coche patrulla alrededor de las 4.30 en las inmediaciones de su domicilio. Ayer estaba pendiente de ser interrogado. Manuel M. A. no cuenta con antecedentes policiales. Tampoco había denuncias previas ni órdenes de protección. El arrestado había estado viviendo con la joven hasta su desaparición.

El dueño de la vivienda explicó que tenía alquilada una habitación a estas personas y que esta se hallaba “cerrada con una llave”. “Yo ahí no he entrado nunca; cuando uno alquila una habitación el propietario no entra a ver qué hay”, afirmó el dueño, que calificó a su inquilino como “una persona normal y corriente”.

Los vecinos se quedaron sorprendidos por el crimen. El dueño del bar Guerrero, Pablo Ferrero, explicó que conocía a la pareja desde que llegó al barrio, hacía unos tres años. “A los cinco o seis meses comenzó a venir él solo. Cuando le pregunté qué había pasado, me dijo que habían roto y que ella se había ido. Lo dijo sin alterarse”, afirmó Ferrero.

Algunos residentes explicaron a la policía que hacía tiempo que habían escuchado discusiones entre la pareja, pero estas cesaron de repente. Este crimen eleva a ocho las víctimas por violencia machista en lo que va de año en España y el primero en la Comunidad de Madrid. El número de atención a las víctimas de violencia de género es el 016.

La pareja que paseaba un pastor alemán

Manuel M. A. y su novia eran conocidos en el barrio por pasear un pequeño pastor alemán. “Llegó de cachorro y era un perro precioso. Fue creciendo en los meses en que estuvo ella por aquí. De repente, se dejó de ver a la mujer y al perro”, recuerda el dueño del bar Guerrero, Pablo Ferrero.

El supuesto autor, nacido en la provincia de Jaén, es camarero. Primero estuvo en un bar próximo a la estación de cercanías, y ahora en la avenida de Lope de Figueroa. “Era correcto y amable y hablaba con todo el mundo”, añade Ferrero. Su elevada estatura contrastaba con la de ella.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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