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Más de 30.000 personas toman el centro de Bruselas

La capital europea vuelve a albergar una de las mayores marchas para exigir medidas inmediatas contra el cambio climático

Lluís Pellicer
Marcha contra el cambio climático en Bruselas.
Marcha contra el cambio climático en Bruselas.Francisco Seco (AP)

Bruselas lleva albergando desde principios de año las mayores manifestaciones de Europa contra el cambio climático. Y este viernes, cuando se habían convocado decenas de marchas a lo largo y ancho del planeta, la ciudad no pinchó. Más de 30.000 jóvenes, según la policía, volvieron a salir a la calle para reclamar que se actúe de inmediato contra el calentamiento global. Al término de la manifestación, la activista belga Anuna De Weber, se felicitó por la participación y constató que el movimiento sigue creciendo más allá de Bélgica.

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La manifestación salió a las 13.30 de la Estación del Norte de Bruselas a gritos a favor de medidas para luchar contra el cambio climático. La ciudad había vivido ya grandes protestas estudiantiles varios jueves de enero y febrero. Y ayer las retomó. Una riada de estudiantes recorrió las principales avenidas del centro, lo cual alteró el servicio de transporte público y la circulación por la ciudad. “¡Queremos acciones! ¿Y cuándo las queremos? ¡Ya!”, gritaba un grupo de estudiantes flamencos al inicio de la marcha.

Los manifestantes portaban todo tipo de carteles. En francés, neerlandés, inglés o castellano. La mayoría instaba a actuar rápido. “No hay tiempo que perder” y “no hay planeta B” eran los más extendidos. Algunos tenían mucho ingenio, incluso eran irreverentes. “Las estaciones son más irregulares que mis periodos”, portaba una chica. “Los dinosaurios pensaban que tenían tiempo también…”, rezaba una gran pancarta desplegada en la Estación central.

La marcha discurrió en un tono festivo, con música e incluso con fruta que repartían algunos activistas a mitad de recorrido. “Yo me mojo por el cambio climático”, levantaba un chaval casi eufórico cuando empezó a llover a media manifestación. “Vengo a manifestarme porque tenemos que reparar todo lo que ha hecho la generación anterior a la mía. Y no hay tiempo que perder. Queremos ver resultados ya”, advertía Lieke, una joven que llegaba de Amberes. En esta ocasión, sin embargo, les acompañaron ciudadanos de todas las edades. “¡No estáis solos!”, interrumpía una mujer a Lieke mientras hablaba.

En la manifestación podían verse también banderas de partidos políticos ecologistas y de la izquierda belga, además de sindicatos. Pero desbordó la participación estudiantil de las anteriores. En esta se manifestaron sus maestros o incluso abuelos por el clima. En la ciudad de los lobbies, acudieron organizaciones como Greenpeace, Oxfam o Amnistía Internacional.

La marcha acabó alrededor de las 15.30 en la estación de Midi, donde se realizaron varios parlamentos. La líder estudiantil que ha emergido en Bélgica por este movimiento, Anuna De Weber, celebró que Bruselas haya sido de nuevo una de las capitales con más participación, con más de 30.000 personas. “Eso es un mensaje muy fuerte. Hay protestas en más de cien países y el movimiento continúa creciendo”, afirmó De Weber.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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