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En la Comunidad Valenciana, no todo es financiación autonómica

La baja productividad de la economia en la comunidad es un problema añadido a la falta de recursos públicos

Manuel V. Gómez
` Una operaria en la planta de coches de Ford en Almussafes.
` Una operaria en la planta de coches de Ford en Almussafes.MÒNICA TORRES

1930 se ha puesto de moda entre los estudiosos de la historia económica de la Comunidad Valenciana. Ese año el PIB per cápita de la región, algo así como la media de riqueza que generaba cada habitante al año, superaba en un 20% la de toda España. Fue el pico. Pero ya hace tiempo, bastante, que la autonomía no es tan feliz si se atiende a la misma referencia. En 2018, se situaba 11,6 puntos porcentuales por debajo y eso que desde 2013 se han recuperado posiciones.

“En España crece la desigualdad regional”, avanza Daniel Tirado, profesor de historia económica de la Universidad de Valencia. En su reciente libro, Desigualdad regional en España, 1850-2015, del que es coautor, analiza cómo desde hace ya décadas, años ochenta, la comunidad ha ido alejándose de la riqueza media estatal. También hay otras cifras económicas en las que se ve esa distancia, por ejemplo, una que llega a los bolsillos: el salario medio, 1.781,7 euros al mes a finales de 2018, se sitúa 257 euros por debajo de la media.

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¿Por qué? ¿Es achacable a la infrafinanciación? La respuesta de los tres expertos consultados para esta información, con matices y diferentes repartos de culpa, puede resumirse en una frase: no todo es financiación. Antes de llegar ahí, miran a la productividad, el cociente entre los recursos que se invierten y el producto logrado. “La economía valenciana tiene una falta enorme de productividad”, señala Joaquín Azagra, autor de Regiones ricas, regiones pobres, editado este mismo año.

A la misma diana dispara Joaquín Maudos, director adjunto de investigación del IVIE: “España tiene un problema por su baja productividad, pues en la Comunidad Valenciana es doble, porque todavía es más baja”. Según el INE, un 4,6% menor. El también catedrático de Fundamentos Económicos, que está investigando sobre estos aspectos en la actualidad, apunta a la “especialización” de la economía valenciana en sectores poco productivos, lo que se repite en el caso de la industria, el sector donde es más fácil ganar esa productividad, al focalizarse en actividades como el cuero y el calzado. “Hay poca especialización en bienes de equipo, telecomunicaciones, química, electrónica”, detalla y, en cambio, se destina poco dinero a inversión y desarrollo (I+D) y mucha inversión en “capital ocioso en la construcción residencial”.

Maudos, no obstante, sí que hace hincapié en la infrafinanciación cuando se le pregunta por ella. Subraya que “un tercio de la deuda autonómica es achacable a esto” y que hay una dotación menor de capital público por habitante, un 20% menor.

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Quien sí pone el acento en esta cuestión es el consejero de Economía, Rafael Climent: “Si tuviéramos una financiación justa, tendríamos más dinero para hacer políticas industriales. Aunque sí, es un problema”. El político y candidato por Compromís a las Cortes valencianas defiende que para mejorar la posición hay que incrementar el peso en la economía de la Industria y la agricultura, en conjunto, entre el 20% y el 25%. Ahora lo cifra en el 18%.

Más pendientes del tiempo largo y de la estructura que de la coyuntura efímera, Azagra y Tirado no niegan responsabilidad a la infrafinanciación. El primero mira a la estructura productiva, a los años en los que “el capital se orienta al amparo del euro en la construcción y el sector inmobiliario”, es decir, a los años previos a la crisis y a la burbuja inmobiliaria.

“No se puede negar el problema, es obvio”, abunda el primero, quien, no obstante, señala que “la economía no ha sabido adaptarse a los cambios que se dan desde los años ochenta y noventa”. Se refiere a los cambios tecnológicos y a la mayor globabilización. También hubo un momento parecido “a finales del siglo XIX y en este momento Valencia no se situó mal”.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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