El día en que saludaron en chino a Pedro Sánchez

– "Ni hao" [hola], dice una joven china desde la puerta de un restaurante al ver pasar a Pedro Sánchez.

El saludo no es lo más chino de la escena: sobre su cabeza hay letreros en este idioma y farolillos rojos. Como si el líder del PSOE caminara por una calle antigua de Pekín. Pero el jefe del Ejecutivo no está hoy en una visita de Estado, sino en un paseo electoral por Usera, el distrito del sur de la capital que alberga a una cuarta parte de los 38.547 de chinos que viven en Madrid. Un auténtico Chinatown a la madrileña donde muchas peluquerías, tiendas, autoescuelas, restaurantes y hasta inmobiliarias tienen sus carteles en esta lengua asiática.

– "¿Es el presidente del Gobierno, verdad?", pregunta Shen, otro joven chino, que consigue un selfi con Sánchez de fondo.

Sánchez ha escogido este distrito de gente trabajadora en el que conviven varias comunidades inmigrantes para apoyar a su candidato a la alcaldía de Madrid, Pepu Hernández. Su apuesta por el ex seleccionador nacional de baloncesto es firme: es la tercera vez que se deja ver con él durante esta campaña -tras los paseos por Vallecas y Aluche- y mañana viernes compartirán el último mitin en Hortaleza (Madrid) junto al candidato regional, Ángel Gabilondo. 

Los chinos sacan su móviles al paso de la comitiva electoral, pero la mayoría se muestran tímidos. Los jubilados, en cambio, no dudan en pararlo para y estrecharle la mano o darles dos besos. En la puerta del mercado de Usera, Sánchez no deja de besar a señoras.

– "Encantado de verlo", le dice una.

– "Estoy aquí con el próximo alcalde", responde Sánchez, con esa sonrisa perenne como de vendedor de coches usados de Wisconsin. "El próximo domingo hay que votar, ¿eh?", añade antes de continuar.

– "Soy de Ecuador y voy a votar por usted", le dice otro vecino.

– "Qué guapo es, me tenía que haber hecho una foto con él", dice una mujer de unos 40 años a su amiga.

Después, el presidente se reúne con asociaciones vecinales y deportivas del distrito -se asoma hasta a la piscina cubierta- y escucha a las quejas y propuestas de los vecinos. Una vez más, los periodistas se quedan a la puerta, sin escuchar declaraciones de Sánchez. Todo es imagen y foto. Como la que Shen enseña a otro chino. "¿Ves? Ahí estoy yo con el presidente del Gobierno", le dice a su amigo.