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Orbán consolida su mayoría en Hungría con la participación más alta desde el ingreso del país en la UE

Las fuerzas europeístas ganan en Eslovaquia, mientras que el partido antiinmigración se alza con la victoria en la República Checa, con un récord de participación en los países de Visegrado

Viktor Orbán se dirige a sus seguidores en Budapest tras el anuncio de los resultados de las elecciones europeas.
Viktor Orbán se dirige a sus seguidores en Budapest tras el anuncio de los resultados de las elecciones europeas. Laszlo Balogh (getty images)

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, vuelve a revalidar su poder en las urnas. Con una tasa de participación de más del 41%, la más alta desde que Hungría ingresara en la UE en 2004, el líder del partido ultranacionalista de Fidesz obtiene el 52% de los votos. Orbán consigue así 13 de los 21 europarlamentarios que representan al país centroeuropeo en Estrasburgo. Le sigue la formación liberal de izquierdas Coalición Democrática, con más del 16% del escrutinio, pero la gran sorpresa de estos comicios ha sido la irrupción como tercera fuerza política de Momentum, un nuevo movimiento de centro y europeísta que representa a los jóvenes cansados de las políticas autoritarias de Orbán. Era la primera vez que se presentaba a estos comicios y han conseguido dos escaños.

El tema principal de esta campaña ha sido la inmigración. “El éxito electoral de Fidesz ha sido el éxito de las fake news, el haber utilizado constantemente la amenaza de los migrantes que ponen en peligro a toda Europa. El Gobierno controla la mayor parte de la información”, explica por teléfono Robert László, del think tank húngaro Political Capital. “La oposición lo ha tenido muy difícil; no han tenido apenas dinero para hacer campaña ni lograr impacto mediático”, añade desde Budapest. László cuenta que la fuerte movilización del electorado fiel a Orbán ha sido la principal clave para entender la alta participación en estos comicios.

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Queda por ver cómo gestiona ahora Orbán su amplia victoria. Si finalmente decide seguir en el Partido Popular Europeo, del que Fidesz fue suspendido el pasado marzo, o si acabará engrosando las filas de la alianza europea de extrema derecha que encabeza el italiano Matteo Salvini, Europa de las Naciones y las Libertades. Anoche, en su discurso tras conocer los resultados, el líder ultranacionalista, que se erige como el defensor de la Europa cristiana, solo dijo que trabajaría con aquellos partidos que quieren “detener la inmigración”. El viernes pasado se refirió al líder del PPE, el alemán Manfred Weber, como un líder débil. La mala sintonía entre ambos es conocida. Pero Orbán sigue sin lanzarse a la piscina. “Ideológicamente sus ideas gravitan con las de Salvini y Le Pen, pero la influencia política podría ser menor en este grupo”, dice László.

Eslovaquia

En la vecina Eslovaquia también aumentó la participación en estos comicios (más del 22% del electorado), un dato esperanzador para el país excomunista, que en 2014 obtuvo la tasa más baja de la UE con solo el 13% de participación. Los resultados muestran la victoria de las fuerzas europeístas, representadas por la coalición de Progressive Slovakia (el partido liberal de la recién elegida primera mujer presidenta del país, Zuzana Caputova) y el partido liberal de izquierdas SPOLU. En segundo puesto quedan los socialdemócratas del Gobierno. La tercera fuerza ha sido el partido de ultraderecha L’SNS. “Por primera vez la campaña ha estado muy polarizada entre los europeístas, que se han movilizado bastante, y la extrema derecha. Al final, la amenaza del peligro que supone la ultraderecha ha surtido efecto en las votaciones”, explica la analista eslovaca Viera Zuborova, investigadora del think tank Bratislava Policy Institute.

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República Checa

En la República Checa, la populista Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), el partido antiinmigración que lidera el primer ministro Andrej Babis, consigue el 21% de los votos, seguido por el Partido Demócrata Cívico (14,5%) y la formación anticorrupción del Partido Pirata, que obtiene el 13,95% del escrutinio. La participación ascendió al 28%, lo que supone la tasa más alta desde que el país centroeuropeo ingresara en la UE en 2004. El partido de extrema derecha, SPD, aliado de Salvini en República Checa, consigue dos escaños. 

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