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Champions League - final - jornada 1Así fue
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Van Dijk, el cacique que sostiene a Jürgen Klopp

El central holandés, elegido mejor jugador de la Premier, es clave en la vertiginosa propuesta del Liverpool

Ladislao J. Moñino
Van Dijk, durante el último entrenamiento del Liverpool en el Metropolitanio previo a la final de la Liga de Campeones.
Van Dijk, durante el último entrenamiento del Liverpool en el Metropolitanio previo a la final de la Liga de Campeones.Matthias Hangst (Getty Images)

Entre las imágenes que dejó el entrenamiento del Liverpool previo a la final de esta noche sobresalía la espigada y fornida silueta de Virgil van Dijk (Breda, 27 años), el central más caro del mundo. Engominada y recogida su larga cabellera, sus 193 centímetros y su piel mulata sobresalen sobre el verdor y el perfecto corte que luce la hierba del Wanda Metropolitano. Su ejecución de los ejercicios es una demostración de poderío físico y de una coordinación atlética excelsas. Su duelo con Harry Kane, si Mauricio Pochettino finalmente le incluye en el once, se aventura chispeante. “Aún no he decidido si Harry jugará”, dijo el técnico argentino en la sala de prensa del coliseo rojiblanco.

En el Liverpool nadie duda de que el imponente central holandés es el cacique del vestuario red desde que en diciembre de 2017 Jürgen Klopp forzó a la dirigencia del club red a pagar los 85 millones de euros que el Southampton pedía por su traspaso. Encima de la mesa había más nombres, pero Klopp fue rotundo. “O es Van Dijk o no es ninguno”, advirtió el técnico alemán. Dos temporadas después, ha sido elegido el mejor jugador de la Premier League por delante de Rahim Sterling. Para Klopp, Van Dijk es la gran pieza maestra que le permite desarrollar su vertiginoso y atrevido estilo. A su manera, el entrenador alemán expresó la trascendencia que tiene el poderoso y elegante central en su libreto: “Para jugar como pretendo necesito precisión en velocidad, un ataque directo y dos centrales con unos huevos muy grandes. No para que peguen patadas, sino para que no tengan miedo en adelantar líneas, que saquen el equipo lo más lejos posible de nuestro arco”. Klopp explica su razonamiento desde los espacios y el riesgo: “Entre la línea de fondo y los volantes no tiene que haber más de 10 o 15 metros; cuando el equipo ataca también está defendiendo. Necesito centrales valientes que se animen a jugar mano a mano cuando se pierde la pelota”. Esta temporada, Van Dijk evitó un gol del Tottenham imponiéndose a Sissoko en un contragolpe en el que el holandés defendía en inferioridad numérica. “Esto demuestra la razón por la cual el Liverpool pagó más de 85 millones de euros por este jugador”, reconoció admirado Mauricio Pochettino. “El Liverpool ha crecido mucho como equipo y se lo debe en gran parte a Van Dijk”, le reconoció el mítico Franco Baresi recientemente. Para el italiano, Van Dijk lo tiene todo: “Fuerte en el juego aéreo en las dos áreas, contundente en los cruces y con una salida de pelota muy distinguida. Es todo un talento defensivo”.

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A los analistas que escudriñan el mercado internacional les llama la atención cómo ejerce el liderazgo en el campo. “Cuando le ves en directo te das cuenta de que es un líder y un cacique. No es de hacer muchos gestos, pero no para de hablar. No solo parece que maltrata a los rivales, también a sus compañeros”, relata un analista que también advierte: “La pareja que forma con De Light en la selección holandesa es de lo mejor que se ha formado en los últimos años. Los dos tienen una personalidad desbordante”.

El seleccionador holandés Ronald Koeman, que desempeñó su carrera como central, es uno de los grandes admiradores de Van Dijk, pero también uno de sus críticos. Tras un gol de Giroud en un Francia-Holanda de la Liga de Naciones, Koeman no dudó en señalarle porque el goleador francés se le adelantó en el remate. “Virgil tiene que mejorar, no mucho, pero a veces es demasiado relajado. Eso necesita cambiar. Hay momentos como defensor cuando no debes estar a más de tres pies del delantero que estás marcando. Y, particularmente en el caso de Van Dijk, debido a la fuerza y el poderío físico que tiene se relaja demasiado”.

La final, tras caer en la del curso pasado con el Real Madrid, es una revancha para Van Dijk. “El año pasado no podía dormir tras lo que pasó en Kiev”. También es un escaparate para un jugador que no duda en solicitar a la directiva del Liverpool que no desmantele la obra de Klopp: “Espero que este equipo se mantenga unido por al menos cuatro o cinco años más. Podemos lograr muchas cosas con este grupo. Las personalidades que hay en el vestuario casan a la perfección. De momento, todo va perfecto”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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