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La FAO y la promoción de la seguridad alimentaria universal

Este texto va dirigido a todos aquellos que quieran contribuir al combate contra el hambre en el mundo. Decidí escribirlo en apoyo a la candidatura de mi amigo José Graziano da Silva a Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.

Todavía hay mucho por hacer para garantizar la seguridad alimentaria mundial y eso pasa, necesariamente, por la reforma y el fortalecimiento de la FAO y la consolidación de prácticas agrícolas socialmente incluyentes y ambientalmente sustentables, especialmente de la agricultura familiar. Para eso, se ha vuelto necesario potenciar el papel de las instancias nacionales y garantizar una gestión más descentralizada que permita más protagonismo a los países, especialmente a los países en desarrollo.

Graziano ya demostró que reúne las condiciones para conducir esta tarea. Como subdirector general de la FAO y representante regional por América Latina y el Caribe, estuvo al frente de la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, por medio de la cual los países de la región fueron los primeros en el mundo en asumir el compromiso de erradicar el hambre antes del 2025. También fue figura central del proceso de articulación entre la FAO y las agencias del Sistema de las Naciones Unidas, como CEPAL, PNUD y la OIT, y organismos internacionales, como el IICA y la OEA. La trayectoria de Graziano fue pautada por acciones volcadas al desarrollo rural y a la lucha contra el hambre. Un ejemplo son las exitosas políticas de combate al hambre y a la desnutrición desarrolladas a partir del 2003 en el Brasil. Fue Graziano quien coordinó la elaboración del "Hambre Cero", programa que, en cinco años, posibilitó que 24 millones de brasileros dejaran la condición de pobreza y que redujo en un 25% la desnutrición en el país usando apenas un 0,5% del PBI brasileño.

La historia del Brasil está marcada por importantes contribuciones a las acciones de la FAO. Uno de los brasileños relevantes en la historia de la organización es Josué de Castro, autor de los libros Geografía del Hambre y Geopolítica del Hambre. El primero es un estudio pionero sobre la situación en Brasil y el segundo, un análisis del hambre en todo el mundo.

Es importante recordar que la FAO fue creada con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria en el planeta. A pesar de los esfuerzos y de los avances, este objetivo todavía no fue alcanzado. Pasados más de 60 años de la creación de la Organización, una de cada siete personas todavía sufre el hambre.

Ese es el principal motivo de la necesidad de que la FAO asuma el desafío de la erradicación total del hambre en el mundo, por medio de acciones efectivas, invirtiendo en los recursos destinados a la promoción del desarrollo rural sustentable, en la intensificación de la cooperación sur-sur y del intercambio y de la solidaridad entre las naciones. Es fundamental fortalecer la agricultura familiar y las políticas públicas para que los agricultores y agricultoras permanezcan en el campo; mejorar la infraestructura productiva; crear oportunidades de acceso al crédito y a la asistencia técnica y a la extensión rural de calidad para producir y comercializar los productos. Es necesario y urgente reconocer la función de los pequeños y medianos productores como guardianes de la biodiversidad, de la integridad de los paisajes rurales y de la seguridad alimentaria. Esas prácticas deben estar asociadas a la intensificación de la cooperación internacional, especialmente entre países con biomas parecidos.

Este es el camino para garantizar la creciente necesidad de oferta de alimentos saludables para la población mundial que, a mediados de siglo, llegará a los 9 mil millones.

Por su perfil de alta competencia académica y profesional, Graziano da Silva reúne las condiciones necesarias para liderar este desafío.

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