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“Las hijas de las obreras queremos estudiar”

Los alumnos de Bachillerato dejan vacías las aulas en los institutos de Santiago El seguimiento de paro por parte de los profesores supera el 50% en los centros visitados

Manifestación de Santiago
Manifestación de Santiago ÓSCAR CORRAL

A las puertas del Instituto Xelmírez II en la zona norte de Santiago, tres autobuses esperan para devolver a casa a los 50 alumnos que sí han acudido a clase (del censo de 370 que aglutina este centro). El personal docente ha reunido a los chavales en tres aulas, de las 17 que funcionan a diario. De bachillerato no ha acudido nadie. En cursos de la ESO están en clase 50 alumnos, la mayoría de 1º y 2º, los que no tienen derecho a huelga. Pese a ello, muchos padres han decidido protestar por ellos sin enviarlos al centro obedeciendo la convocatoria de las Anpas.

Bajo el diluvio y con el estruendo de las protestas de las manifestaciones ante la Xunta de fondo, Juana explica que uno de sus dos hijos, el de trece años, sí está en clase. El otro, de 16, ha decidido no acudir. “Creo que el mayor ya tiene derecho a tomar sus propias decisiones, me ha dicho que está en contra de los exámenes de reválida y lo respeto, aunque si te digo la verdad, creo que lo que de verdad le interesa es no ir a clase. A mí tampoco me gusta la reforma pero veo estas protestas una cortina de humo, hay cosas peores para salir a la calle como los despidos baratos y la reforma laboral”, asegura esta madre.

En la cafetería del Xelmírez II, las dos propietarias de la concesión matan el rato sin clientes. Una mañana normal suelen cortar 18 barras de pan para bocadillos. Hoy han encargado cinco y aún les sobra una. También ellas tienen opinión sobre la Lomce. “Estamos en contra y lo peor es la religión obligatoria”, dicen con tono indignado. En plena huelga, la ratio de profesores por alumno ha subido por un día en el instituto. De los 47 docentes han parado 25, el 53%. Los otros 22 se reparten a medio centenar de chavales, “Ya quisiéramos esa proporción durante el curso”, ironiza una profesora que no ha ido a la huelga pero que está de acuerdo con los motivos.

“El derecho al pataleo nos está saliendo demasiado caro, estos años se han repetido las protestas y para lo único que han servido es para que te descuenten del sueldo. Pero con la LOMCE no está de acuerdo casi nadie", asegura la directora del Instituto de Sar, justo detrás del Parlamento de Galicia, en pleno Ensanche de Santiago. A trabajar se han presentado 21 de los 43 profesores. En números llanos, el 51% ha parado.  Entre los que sí están (por servicios mínimos), el conserje,  Carlos,  ve normal que la gente proteste. “Está bien que esa mayoría silenciosa se dé cuenta de lo que está pasando, aunque este gobierno no hace mucho caso a las huelgas”. En toda la mañana solo ha visto entrar a uno de los 180 alumnos de bachillerato. De entre los más pequeños sí se han presentado unos 15, la mayoría de los cursos sin derecho a huelga (1º y 2º de la ESO). Varios de ellos comen gusanitos en un banco resguardándose de la lluvia bajo un cuadro que homenajea a los voluntarios del Prestige con sus monos blancos. Fuera, en la valla, los que decidieron faltar han dejado un aviso en forma de pancarta a los políticos: “Las hijas de las obreras queremos estudiar, paremos la Lomce”.

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