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Diario de campaña: Elecciones Estados Unidos 2016

Todas las novedades de la campaña electoral

Narración en directo del progreso de la campaña electoral para la presidencia de Estados Unidos por los corresponsales de EL PAÍS:

El Papa Francisco saluda a Bernie Sanders en el Vaticano

“Un verdadero honor” y haber conocido a “una de las personalidades más extraordinarias” del mundo. Así ha definido este sábado Bernie Sanders su encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano. Tras semanas de especulación sobre una posible reunión privada entre ambos, el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos pudo saludar personalmente a una de sus referencias más habituales en sus discursos de campaña.

“Cuando me marchaba esta mañana, el senador Sanders estaba allí”, declaró Bergoglio, en referencia a su viaje este sábado a la isla griega de Lesbos. “Él sabía que yo me iba en ese momento y he tenido el gesto de saludarle a él, a su familia y a otra pareja que iba con ellos.

“Ha sido un honor para mí y para mi mujer pasar tiempo con él”, afirmó Sanders, que tenía prevista su presencia en el Vaticano desde hace varias semanas. “Creo que es una de las personalidades más extraordinarias no solo en el mundo actual sino en la historia contemporánea”.  

El Papa, por su parte, ha rechazado que su encuentro tenga nada que ver con la política norteamericana. “Cuando se acercó, le saludé, le estreché la mano y nada más”, dijo Francisco, después del breve encuentro. “Esto es lo que se llama buenos modales, no entrar en política. Si alguien cree que saludar a una persona es involucrarse en la política, entonces le recomiendo que busque un psiquiatra”.

Sanders ha citado en numerosas ocasiones al Papa, a quien considera una inspiración en su discurso contra la desigualdad, convertido en eje central de una campaña que comenzó a la sombra de la de Hillary Clinton y que tras tres meses de primarias, ha logrado ponerle a la defensiva. El senador de Vermont viajó al Vaticano después de lograr reunir a más de 27.000 personas en una plaza de Nueva York. Este martes puede arrebatarle allí la victoria a la ex secretaria de Estado.

FOTO: Sanders en el Vaticano en una imagen comaprtida por su campaña.

El líder del Congreso pide evitar, sin citar a Trump, que la política sea una “batalla de insultos”

Paul Ryan no citó a Donald Trump, pero se refirió implícitamente al candidato republicano. El presidente de la Cámara de Representantes, la tercera autoridad política de Estados Unidos, defendió este miércoles que la política sea una “batalla de ideas, no una batalla de insultos”.

“Nuestra dialéctica política no acostumbraba a ser tan mala y no tiene que ser de esta manera”, dijo el republicano Ryan en un discurso en el Capitolio, con aires de solemnidad, para abordar el "estado de la política americana". El speaker culpó a republicanos y demócratas del clima de polarización y evitó hacer referencias concretas a la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre. Pero fue imposible no leer en clave electoral sus palabras.

Trump, sin experiencia política, lidera con comodidad la carrera para hacerse con la nominación republicana a las elecciones gracias a una retórica agresiva contra el establishment político y sus rivales electorales.

Ryan es una de las promesas jóvenes del partido, pertenece al ala moderada y en las elecciones de 2012 fue el candidato a vicepresidente del republicano Mitt Romney, que ha lanzado una ofensiva contra Trump.

El líder del Congreso se ha mostrado muy crítico con algunas de las polémicas opiniones del empresario neoyorquino, como su sugerencia la semana pasada de que habría altercados si el Partido Republicano trata de impedir su designación como candidato en la convención de julio o su propuesta de impedir la entrada a EE UU a personas musulmanas. Pero Ryan ha desmentido que aspire a erigirse en una alternativa al magnate si no logra la nominación.

Este miércoles solo se escucharon críticas veladas a Trump. “Cuando la gente desconfía de la política desconfía de las instituciones. Pierde la fe en el gobierno, en nuestro futuro”, dijo Ryan. Abogó por una dialéctica política más constructiva, y esgrimió que las diferencias son sanas y que el modo de afrontarlas no es con insultos sino con “persuasión”. “El sistema solo funciona si participamos con respeto mutuo”, sostuvo.

A principios de marzo, preguntado por Ryan, Trump se mostró desafiante: pronosticó que se llevaría bien con él pero que si no fuera así el speaker tendría que “pagar un alto precio”. En las últimas semanas, Trump ha rebajado el tono y ha elogiado a Ryan en un intento de cortejar al establishment republicano.

FOTO: Ryan, en el discurso de este miércoles (WIN MCNAMEE, AFP)

Trump corteja en Washington al establishment republicano

A Donald Trump le gusta recordar que él no es político. Critica al establishment político y se jacta de no ser políticamente correcto. Los políticos, dice, son “todo hablar, pero nada de acción”. Pero este lunes el empresario neoyorquino está en Washington y lo ha aprovechado para cortejar al establishment del Partido Republicano.

Trump avanza con comodidad hacia la nominación republicana a las elecciones presidenciales de noviembre, pero sabe que levanta muchas suspicacias en el partido. Crecen las voces que especulan con impulsar una candidatura independiente para frenar al magnate o tratar de impedir su nominación en la convención republicana de julio.

Trump trató este lunes de disipar dudas. Se reunió con un grupo de políticos republicanos, incluidos varios senadores y representantes. También asistieron dos exjefes de la Cámara de Representantes: los republicanos Newt Gingrich y Bob Livingston. La reunión la organizó su principal apoyo en la capital estadounidense, el senador de Alabama Jeff Sessions. Sessions será también el encargado de gestionar un grupo de asesores en política exterior a la candidatura de Trump.

Tras la reunión, Trump pidió al partido que apoye su candidatura. “Si la gente quiere ser lista, debería abrazar este movimiento”, dijo en una rueda de prensa. El candidato esgrimió que una candidatura independiente supondría “casi por certeza” que el Partido Demócrata ganara las elecciones de noviembre y mantuviera la Casa Blanca cuatro años más.

FOTO: Trump, en la rueda de prensa (JIM WATSON, AFP)

¿Se consolidarán hoy Trump y Hillary?

Sobre las primarias de esta noche en Estados Unidos, estas son las claves para saber quiénes serán los candidatos que se enfrentarán en los comicios del 8 de noviembre. Opinan en Club de Prensa de NTN24 en Washington periodistas y analistas internacionales.

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Las tres claves de unas decisivas primarias republicanas

Las cadenas de 24 horas de noticias muestran una cuenta atrás hasta el inicio de su cobertura de lo que han denominado Supermartes 3. Este es un nuevo martes electoral en Estados Unidos y, más allá del recurrente tópico informativo, puede ser decisivo en la pugna de los aspirantes republicanos a las elecciones presidenciales de noviembre.

Estas son las claves de las votaciones en los Estados de Carolina del Norte, Florida, Illinois, Misuri y Ohio:

1. ¿Trump es imparable?

Donald Trump ha ganado 15 de las 26 votaciones de primarias o caucus (asambleas electivas). El multimillonario neoyorquino dispone de 469 de los 1.237 delegados necesarios para hacerse con la nominación del Partido Republicano a las elecciones. En segundo lugar, está el senador Ted Cruz que acumula ocho victorias y 369 delegados.

Trump es el favorito para ganar Carolina del Norte, Florida e Illinois, y está igualado en Ohio con el gobernador John Kasich. Si Trump vence en Florida (que otorga todos sus delegados al ganador) y Ohio, y suma apoyos en los otros Estados conseguiría una sólida ventaja que posiblemente supondría el abandono de Kasich y Marco Rubio. Cruz se quedaría como su único rival en la carrera republicana.

Pero si Trump pierde en Ohio o Florida, y no vence con holgura en el resto aumentarían las posibilidades de que el magnate llegue sin la mayoría absoluta de delegados a la convención republicana de julio que designará al nominado del partido.

2. Día clave para Kasich y Rubio

Desde hace meses, este es el día clave de la campaña de Kasich y Rubio por votar sus respectivos Estados. El gobernador de Ohio (suma 63 delegados) se juega su futuro. Si gana en su Estado, en la que sería su primera victoria, mantendrá viva la difícil aspiración de ser el candidato moderado que frene a Trump ahora que las votaciones se trasladan a Estados más progresistas. Si pierde, posiblemente tendrá que renunciar.

Lo mismo sucede con el senador Rubio (163 delegados), que acumula tres victorias pero no ha sido capaz de erigirse en la alternativa al empresario. Rubio aspiraba también a ser el candidato del establishment moderado, pero su estrategia combativa contra Trump en las últimas semanas no le ha dado resultados.

3. El poder del Medio Oeste

Illinois (69 delegados en juego) y Misuri (52) pueden ser también determinantes. Si Trump logra vencer en todos los distritos, podría llevarse la totalidad de los delegados. Pero también puede haber sorpresas que amortigüen la ventaja del showman: Cruz ha hecho una intensa campaña en ambos Estados, y Kasich se ha movilizado activamente en el área de Chicago.

FOTO: El gobernador de Ohio, John Kasich, votando (Matt Rourke, AP)

Las claves del tercer Supermartes para la campaña demócrata

Las primarias del tercer Supermartes de la carrera electoral ayudarán a dibujar cómo serán los próximos meses de campaña. El Partido Demócrata reparte hoy un total de 691 delegados en Florida, Carolina del Norte, Ohio, Illinois y Missouri. Estas son algunas claves que pueden ayudar a aclarar los resultados de esta noche:

El peso de Sanders en el corazón industrial del país

El mensaje del senador de Vermont en contra del intervencionismo comercial y prácticas de la globalización como la externalización de empleos caló de manera tan profunda entre los votantes de Michigan que Sanders sorprendió allí a su rival, Hillary Clinton. Aquella victoria, a pesar de que los sondeos predecían que sería para la exsecretaria de Estado, abrió la posibilidad de que el senador pueda repetir en Ohio esta noche. Si se cumple, Sanders habrá puesto en duda el potencial de Clinton en uno de los Estados más decisivos de cara a las elecciones presidenciales.

Las minorías

Clinton se ha reunido durante los últimos días con los familiares de víctimas de la violencia con armas de fuego en Illinois, otro de los Estados que votan hoy en las primarias demócratas. Hasta ahora, la candidata demócrata ha liderado a Sanders entre el grupo de votantes afroamericanos. Esta noche demostrará si esa ventaja es suficiente para contrarrestar el éxito del senador entre el electorado más afectado por la crisis económica y la pérdida de empleos del sector industrial, donde tiene eco el mensaje que le dio la victoria en Michigan.

Los independientes

Este Supermartes se celebran varias votaciones de carácter “abierto”, que es como se conoce a las primarias en las que los ciudadanos no están obligados a participar en la votación del partido con el que están registrado. El factor puede beneficiar a Bernie Sanders, el candidato que hasta ahora acumula más votos de los ciudadanos registrados como independientes.

El reparto proporcional

El resultado de las primarias demócratas reparte el número de delegados de manera proporcional a los votos recibidos por cada candidato. Esto significa que, para que cualquier victoria de Sanders tenga un impacto significativo en la carrera hacia la nominación, debe vencer por diferencias amplias. Así, aunque Clinton obtenga dos triunfos y Sanders otros tres, si él no logra abrir grandes brechas, ella conservará el liderato de cara a convertirse en la candidata del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos.

Florida en cifras

1.795.000

Hablar de Florida es hablar de votantes hispanos. 1,795,000 están registrados para votar en el Estado: 479.000 como republicanos y 678.000 como demócratas, según datos del Pew Research Center. Las de 2008 fueron las primeras elecciones en las que los hispanos registrados para votar a un candidato demócrata superaron a los favorables a un candidato republicano, y la diferencia entre uno y otro grupo aumenta cada año.

1%

Esa fue la diferencia de votos por la que ganó el presidente Obama en 2012 en este Estado. El equilibrio entre votantes republicanos y demócratas hace que Florida sea conocido como un “swing state” —el resultado puede caer de cualquiera de los dos lados— y que cada ciclo electoral sea estudiado con lupa para conocer el sentimiento en el resto del país gracias a su combinación demográfica -demócrata en el sur, republicano en el norte y sin definir en el centro.

2.6 millones

Es el número total de hispanos con derecho a votar en el Estado de Florida. Este número es superior a los que ya se han registrado para hacerlo, un paso que exige la legislación estadounidense para poder participar en unas elecciones. Diversas organizaciones lideran iniciativas todos los años para animar a que los hispanos se registren y que los datos de participación se acerquen cada vez más a su peso real dentro del electorado.

4.8 millones

Es la población hispana de Florida, el 8.7% de todos los latinos que viven en Estados Unidos, y el 24% de la población del Estado. Sin embargo, su composición es mucho más heterogénea que en otras regiones del país. Casi uno de cada tres votantes hispanos de Florida es de origen cubano, un 27% es de origen puertorriqueño y un 9% mexicano. Otro tercio, un 32%, asegura tener un origen distinto, según datos de Pew. Los porcentajes contrastan con la realidad en el resto del país, donde un 59% de los votantes hispanos son de origen mexicano, un 14% puertorriqueño, 5% son cubanos y el 22% procede de otros países.

18.7%

La diferencia en intención de voto entre Donald Trump y Marco Rubio, según la media de sondeos en Florida realizada por Real Clear Politics. El empresario de Nueva York puede arrebatarle este martes la victoria al senador del Estado, la joven promesa hispana que aspiraba a llevar al Partido Republicano hasta la Casa Blanca, y forzar así su abandono.

Los republicanos Rubio y Cruz ganan las primarias de la ciudad de Washington y de Wyoming

Los senadores de origen cubano Ted Cruz y Marco Rubio ganaron este sábado, respectivamente, la votación parcial en Wyoming y las elecciones primarias en el Distrito de Columbia para escoger al candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre.

Cruz obtuvo el 66,3% de los votos en Wyoming, con lo que suma nueve delegados. Rubio obtuvo el 19,5% de los votos y un delegado. El empresario Donald Trump se hizo con el 7,2% y un delegado. Ese Estado designará al resto de sus delegados en una convención estatal a mediados de abril.

Es la octava victoria de Cruz, un conservador ortodoxo popular entre el electorado religioso, en el proceso de primarias o caucus (asambleas electivas) para escoger al candidato republicano a la Casa Blanca. Trump acumula 15 victorias. Y la del Distrito de Columbia fue la tercera victoria de Rubio, que aspira a ser el candidato moderado del establishment pero  se juega su supervivencia en la carrera electoral en las primarias del próximo martes en su Florida natal.

En las primarias de DC, en el que se ubica la ciudad de Washington, había 19 delegados en juego. En una de las ciudades más progresistas de Estados Unidos, Rubio obtuvo el 37,3% de los votos, lo que se traduce en 10 delegados. Muy cerca se situó el gobernador de Ohio, John Kasich, con un 35,5% y que sumó nueve delegados.

El moderado Kasich tiene otra prueba de fuego el martes en las primarias de su Ohio natal, donde aspira a lograr su primera victoria. Trump quedó tercero en Washington, con el 13,8% de los votos pero no sumó delegados.

Ben Carson respalda la candidatura de Donald Trump

El que fuera aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, Ben Carson, ha anunciado este viernes que dará su apoyo a Donald Trump, el candidato mejor situado para hacerse con la nominación. “Hablando con él he descubierto que coincidimos en más cosas, filosófica y espiritualmente hablando, de lo que yo nunca hubiera pensado”, declaró Carson durante una rueda de prensa conjunta.

Trump suma así dos grandes respaldos por parte de candidatos que han abandonado la carrera por la Casa Blanca. El primero fue Chris Christie. El segundo, Carson, llega después de que el empresario neoyorquino centrara en él algunos de los ataques más agresivos de esta campaña. Hoy el neurocirujano convertido en político ha defendido que han “enterrado el hacha” durante su comparecencia en el resort de Trump en Mar-A-Lago, Florida.

Según Carson, Trump “es en realidad un hombre muy inteligente que se preocupa profundamente por América”, una persona “muy cerebral” y alguien “que se toma tiempo para pensar las cosas con cuidado”. El empresario, por su parte, agradeció el apoyo de su exrival y le describió como “una persona muy muy especial” y como un “amigo”.

El anuncio llega menos de 24 horas después del último debate que ha enfrentado a los candidatos republicanos de cara a las primarias de Florida. Allí, el magnate sigue situado más de 14 puntos por delante de Marco Rubio, el senador de ese Estado que depende de una victoria el próximo martes para mantener su campaña.

Marco Rubio, ¿el candidato ideal excepto para los votantes?

Opinan en Club de Prensa de NTN24 corresponsales y analistas internacionales sobre el precandidato republicano, el senador de Florida Marco Rubio, cuya estrategia frente a Donald Trump ha fracasado sin paliativos, y sobre el más reciente debate entre los demócratas Bernie Sanders y Hillary Clinton. 

 

Cuba divide al electorado de Florida

Para ser uno de los grandes golpes de efecto en política exterior del Gobierno de Barack Obama, Cuba y el proceso de normalización de relaciones bilaterales tras más de medio siglo de enemistad han estado llamativamente ausentes de la batalla electoral estadounidense. Eso se acabó. Florida, patria chica de la mayoría de los exiliados y emigrantes cubanos en Estados Unidos, no permite seguir obviando una cuestión que divide a los propios cubanoestadounidenses.

Los candidatos demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders, ya tuvieron que hablar sobre ello durante el debate que celebraron la noche del miércoles en la Universidad de Miami Dade. Hubo sintonía casi plena: ambos apoyan el acercamiento iniciado por Obama y, aunque desearían, dijeron, una evolución de la isla hacia la democracia y un mayor respeto a los derechos humanos, coincidieron en la necesidad de levantar el embargo. Y apoyaron sin fisuras el viaje de Obama a La Habana en poco más de una semana, el primero que realiza un presidente estadounidense en casi un siglo.

Con estas opiniones, Clinton y Sanders complacieron a los votantes demócratas de Florida, que según una nueva encuesta realizada para The Washington Post y Univision, apoyan en un 87% la visita de Obama a la isla.  

De hecho, las encuestas de los últimos años han demostrado que cada vez son más los que apoyan en Florida el acercamiento a la isla —y Obama ha ganado en este Estado tanto en 2008 como en 2012—. Pero cierto es también que la mayoría de los políticos más furibundamente anticastristas —como el senador y aspirante presidencial Marco Rubio— proceden de este Estado, donde tienen una base electoral fuerte.

Algo que confirma la última encuesta, según la cual el 59% de los republicanos de Florida se oponen al viaje presidencial a Cuba. Ahí podría jugar con ventaja Rubio, el candidato republicano que más ha clamado contra el acercamiento al antaño enemigo. Pero el joven senador no puede dar por segura una victoria en casa, pese a que hay consenso en que si no gana en Florida tendrá que abandonar la carrera presidencial. La misma encuesta señala que Donald Trump le lleva una ventaja en intención de voto de siete puntos porcentuales: un 38% de los encuestados dijo que votará por el empresario neyorquino —aunque él no ha sido tan explícito en su rechazo a la política hacia Cuba— frente al 31% que optaría por Marco Rubio. El tercer candidato en liza, Ted Cruz, que también es de origen cubano, queda en un distante 19% de intención de voto.

Wall Street se resigna a Trump

Meg Whitman comentaba hace unos días que los clientes que tiene Hewlett Packard por todo el mundo están especialmente preocupados con el proceso electoral en Estados Unidos, y en concreto con la posibilidad de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca. Como Carly Fiorina, cree que el empresario neoyorquino es un peligro para el país mientras que Jack Welch, Tim Cook o Elon Musk recharazon un público sus propuestas, como en inmigración.

La carga pesada, más que socavar sus opciones, parece que le refuerza. La cadena financiera CNBC acaba de publicar una encuesta en la que revela que los directivos de las grandes empresas cotizadas en Wall Street se resignan a ver al mangante luchando con Hillary Clinton por la presidencia. Así lo piensa el 67% de los participantes. Es como decir que Marco Rubio tiene solo un 16% de posibilidades de ganar la nominación mientras que las de Ted Cruz no llegan al 13%.

La misma encuesta publicada en diciembre daba a Donald Trump el 15% de la opciones de llegar a la Convención del Partido Republicano liderando. Eso no cambia la percepción que tienen en el parqué neoyorquino de alguien que debería ser de los suyos. De hecho, lo ven literalmente como un traidor al recurrir a un discurso populista similar al de la senadora demócrata Elizabeth Warren. Trump es, además, impredecible y eso genera incertidumbre.

En cuanto a la contienda demócrata, la opinión es casi unánime. Wall Street no ve opción alguna a Bernie Sanders frente a Hillary Clinton. El único directivo que se desmarcó respondió a la encuesta con un “no sabe no contesta”. Respecto a los temas que más interesan de cara a las elecciones de noviembre, el 46% cita la reforma del impuesto de sociedades. Le sigue, con el 12,5%, la política monetaria. La desigualdad, la inmigración y la ciberseguridad comparten el 8,3% respectivamente.

El fenómeno Trump  está provocando, en paralelo, que los grandes gestores de fondos de Wall Street vayan a doblar este año la cantidad de dinero que destinan a las campañas electrorales, cuando se compara con 2012.  Clinton y Cruz son los que más se están beneficiando. En total se movilizaron 47 millones de dólares a través de diversos grupos independientes durantes los 13 meses que el proceso lleva abierto, de acuerdo con los análisis de Reuters. 

Trump, imparable. Sanders, sorprendente

Sobre los resultados del llamado "Pequeño Supermartes", opinan en Club de Prensa de NTN24 desde Washington analistas y corresponsales.

¿Los anuncios alarmistas de Lyndon Johnson en 1964 sirven contra Donald Trump?

La publicidad de las elecciones presidenciales de 1964 recupera su vigencia. Los anuncios televisivos del candidato demócrata Lyndon Johnson contra el republicano Barry Goldwater podrían servir ahora contra Donald Trump, que avanza con firmeza hacia la nominación republicana a las elecciones estadounidenses de noviembre.

La campaña de Johnson, que llevaba un año como presidente tras el asesinato de John F. Kennedy, grabó en 1964 un anuncio de un simpatizante republicano que, atemorizado ante la candidatura de Goldwater, se pasaba al bando demócrata. El anuncio, titulado Confesiones de un republicano, circula ahora con fuerza en Internet y es comparado con el impacto del auge de Trump en el Partido Republicano, según explica la publicación Quartz.

rían esos mismos argumentos contra Trump? Es probable que, si Hillary Clinton es la candidata demócrata en las elecciones de noviembre y Trump el republicano, trate de describirlo como un político imprevisible para afrontar crisis de seguridad. Y que ella destaque su experiencia como secretaria de Estado del presidente Barack Obama.

Un dato final: Johnson venció con holgura a Goldwater en las elecciones.

¿Qué tienen en común las victorias de Sanders y Trump en Michigan?

El mismo mensaje contra el proteccionismo comercial puede haber impulsado las victorias de Bernie Sanders y Donald Trump en Michigan. El senador demócrata logró salvar incluso los más de 20 puntos de diferencia que tenía sobre él su rival, Hillary Clinton, hace apenas unos días. A pesar de que Trump era favorito para ganar, los resultados de este martes adelantan un posible cambio de escenario de cara a las generales en el que los Estados de la región más afectada por la crisis económica y la deslocalización industrial cobre aún más peso.

La victoria de Sanders, en el campo demócrata, hace que Clinton deba mirar más allá de Florida, que celebra primarias el próximo martes, porque su victoria puede estar cuestionada en Ohio, Missouri e Illinois, los otros Estados en votar dentro de una semana. La coalición de votantes jóvenes, independientes y progresistas que se ha sumado a las propuestas del senador de Vermont cuenta ahora con un sector más del electorado en esta región: la clase trabajadora blanca.

Trump, por su parte, superó en más de 10 puntos a todos sus rivales en las tres primarias en las que venció. A pesar de que su campaña no es comparable a la de Sanders, ambos candidatos sí coinciden en la necesidad de que llegue un candidato menos tradicional a la Casa Blanca para resetear las prioridades de la nación. Los dos han criticado a los políticos responsables de aprobar acuerdos comerciales como NAFTA o el TPP por su impacto en la economía estadounidense y la destrucción de empleo al exportar puestos de trabajo al extranjero.

Entre los republicanos, Trump contó con mayor ventaja sobre sus rivales en la región de Detroit, la más afectada por la crisis del sector del automóvil. Y cerca del 60% de los votantes demócratas consideran que los pactos comerciales han destruido puestos de trabajo en Estados Unidos y, entre este grupo, un 20% de participantes prefiere a Sanders antes que Clinton, según una encuesta realizada a pie de urna este martes. Como escribe el analista de POLITICO Glenn Thrush, Clinton ha podido pagar caro que “los votantes no están convencidos de que la mujer del presidente NAFTA tiene más credibilidad en libre comercio que un tipo que se mueve y habla como un organizador del sindicato de trabajadores agrícolas”.

FOTO: CARLO ALLEGRI, REUTERS

No interrumpas a Hillary Clinton

Hillary Clinton es la primera mujer en la historia de Estados Unidos con serias opciones para convertirse en su presidenta. Bernie Sanders es el primer hombre en compartir tantas horas de debate contra ella. A pesar de que ambos están acostumbrados a coincidir en sus políticas —la candidata demócrata comenzó su último debate con un “amén” a lo que acababa de decir su rival—, el senador de Vermont hizo un gesto esa noche que ha revelado el desafío al que se enfrentan ambos.

Si Clinton es finalmente la aspirante nominada, su rival republicano puede empezar a prestar atención. Sanders es uno de los candidatos más educados y respetuosos que han pasado por un escenario político. Apenas interrumpe cuando su rival habla más allá del tiempo permitido, reconoce sus errores y hasta pide disculpas. Pero el domingo por la noche, en respuesta a una interrupción de Clinton, levantó la mano y le dijo “disculpe, estoy hablando yo”.

126284.html">en durante el debate, en varias ocasiones, propuestas en las que están completamente de acuerdo, pero la reacción del público no siempre es la misma. Un mismo mensaje es recibido con ovaciones cuando lo pronuncia Sanders, pero la audiencia se queda fría si lo dice Clinton.

El regreso de los demócratas de Reagan

Los demócratas de Reagan es una de estas expresiones que cíclicamente desparece y vuelve en la política de Estados Unidos.

La inventó el experto en sondeos Stan Greenberg en 1985. Se refería a unos votantes específicos en un lugar específico.

Los votantes era blancos de clase trabajadora, sin estudios universitarios, que en los años sesenta eran demócratas y en los ochenta apoyaron en masa al presidente republicano Ronald Reagan.

El lugar era Macomb County, un condado al norte de Detroit (Michigan), la capital del automóvil.

En 1960, Macomb fue el condado no-urbano de Estados Unidos que dio una victoria más rotunda al demócrata John F. Kennedy frente al republicano Richard Nixon. Kennedy obtuvo un 63% de votos. En 1984, el republicano Reagan ganó con un 66% de votos ante el demócrata Walter Mondale.

El vuelco se explica en parte por los disturbios raciales de 1967, las tensiones por la integración de las escuelas públicas en los años 70, la crisis industrial de esta década y las políticas redistributivas en favor de las minorías del Partido Demócrata. Todo estó alejó a los votantes de Macomb de los demócratas y los lanzó a los brazos de los republicanos.

“Los desertores demócratas blancos expresan un profundo disgusto con los negros, un sentimiento que influye en casi todo lo que piensan sobre el gobierno y la política… Los negros constituyen una explicación de su vulnerabilidad y de casi todo lo que ha ido mal con sus vidas; no ser negro es lo que significa ser de clase media; no vivir con negros es lo que convierte un lugar en un lugar decente para vivir”, concluyó Greenberg en 1985.

Macomb regresó al Partido Demócrata. Barack Obama ganó en 2008 y 2012 en Macomb. Greenberg dio por enterrada la expresión demócratas de Reagan.

¿Fin de la historia? No.

Donald Trump, con su mensaje contra la inmigración latina y en favor del proteccionismo comercial, moviliza de los blancos de clase trabajadora. Son los demócratas de Reagan, que hoy están llamados a las urnas en la elección primaria de Michigan.

¿El fin de una era de First Ladies?

Estados Unidos entierra esta semana, en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer, a una de las primeras damas más conocidas de su historia, Nancy Reagan. Este es el año también en que EE UU podría enterrar —figurativamente— el título mismo de first lady, en caso de que la candidata demócrata Hillary Clinton logra su sueño de convertirse en la primera mujer presidente del país. Entonces su marido y expresidente, Bill Clinton, se convertiría en el primer... ¿qué?

Las apuestas sobre qué título recibiría el primer hombre que asume el cargo no electo —pero no por ello menos cargado de responsabilidades y simbolismos— que conlleva ser el cónyuge del presidente de Estados Unidos llevan rondando al menos un año. Bill Clinton ha lanzado algunas propuestas, como el bíblico Adam (Adán), ya que sería el primer hombre en esa posición. Y aunque ha asegurado que se tomaría muy en serio el puesto, empezando por ayudar intensamente a su mujer en la campaña, también ha bromeado con la posibilidad de llamarse el first dude, o primer tipo.

Pero la pregunta de cómo calificar al esposo de una potencial presidenta y qué papel asignarle viene de más lejos. Ya en 1964, una comedia, “Besos para mi presidente”, se planteaban las tribulaciones del primer esposo de una presidenta, al que se le asignaban “las tareas de una primera dama, uniéndose a grupos de mujeres y a fiestas de jardín”. Dos décadas más tarde, una comedia televisiva que también trataba de una mujer presidenta, Hail to the Chief, proponía el término first gentleman o primer caballero para el esposo de la mandataria.

Más allá de cómo se le acabe denominando, la candidata demócrata dijo hace poco a la revista People que el papel que prevé para su marido está más acorde con los nuevos tiempos de —presunta— igualdad en la pareja y con las capacidades de Bill Clinton como expresidente. “Quiero que ayude con la economía, que nos ayude a lograr mejores empleos con salarios más altos. Y tal como hicieron los presidentes George W. Bush y Barack Obama con sus esposas, lo enviaría a misiones especiales, porque él es único a la hora de lograr cosas para nuestro país”, declaró.

Michael Bloomberg no buscará la presidencia de Estados Unidos

El exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg ha puesto fin a las especulaciones sobre su posible candidatura presidencial. No, no se presentará a las elecciones de noviembre como candidato independiente. Y no lo hará por un motivo muy concreto: no quiere ser el responsable, en último término, de que el también millonario neoyorquino Donald Trump o el senador ultraconservador de Texas Ted Cruz acaben siendo presidentes por su culpa.

¿El razonamiento? Está convencido, dijo en una columna titulada “El riesgo que no voy a correr”, que de presentarse como independiente, habría una posibilidad muy grande de que ningún candidato, tampoco el republicano o el demócrata, lograra el suficiente número de votos como para hacerse con la presidencia. Eso llevaría, por el sistema electoral estadounidense, a que acabara siendo el Congreso el que elija al próximo inquilino de la Casa Blanca. Y “tal como está ahora mismo la carrera electoral, con los republicanos a cargo de las dos cámaras del Congreso, hay una buena posibilidad de que mi candidatura llevara a la elección de Donald Trump o del senador Ted Cruz. Ese es un riesgo que no puedo correr con la conciencia tranquila”, explicó.

Según Bloomberg, hay que evitar a toda costa que Trump o Cruz lleguen a la Casa Blanca. Trump porque “ha dirigido la campaña presidencial más divisiva y demagógica” de la que tiene memoria, aprovechándose de los “miedos y prejuicios” de los estadounidenses. “Trump atrae nuestros peores impulsos”, lamentó  Bloomberg. El exalcalde tampoco considera que Cruz, que se consolida como el único freno posible a Trump, esté a la altura de la Casa Blanca.  Su retórica en materia migratoria “puede que carezca de los excesos retóricos de la de Trump, pero no es por ello menos extremista”, advirtió. Y tampoco menos divisiva, acotó.

Hacía meses que se especulaba con la posibilidad de una candidatura independiente de Bloomberg, que fue alcalde durante 12 años de la mayor metrópolis de Estados Unidos y además —incluso más que el autoproclamado magnate Trump— poderoso y multimillonario hombre de negocios. En su artículo, el propio Bloomberg reconoce que sopesó esta posibilidad con bastante seriedad. Pero el análisis de la situación, sobre todo después de que las últimas primarias y caucus hayan confirmado el liderazgo de Trump y fuertes avances también de Cruz sobre el candidato más deseado por el “establishment” republicano, el senador por Florida Marco Rubio, le ha llevado a la conclusión de que su candidatura no sería nada productiva.

“Amo demasiado a nuestro país como para desempeñar un papel en la elección de un candidato que debilitaría nuestra unidad y ensombrecería nuestro futuro, así que no entraré en la carrera hacia la presidencia de Estados Unidos”, subrayó.

Un apoyo vital para Trump: los minutos televisivos

Donald Trump genera titulares. Sus burlas a rivales, propuestas polémicas, giros imprevisibles atraen a los medios de comunicación. Y gustan al público: hablar o escribir de Trump suele garantizar una audiencia masiva. Es un círculo vicioso. No hay nada mejor para un candidato a la Casa Blanca que tener el máximo impacto posible en la opinión pública.

La cobertura mediática es un elemento clave del fenómeno Trump: un magnate inmobiliario y estrella televisiva al que pocos se tomaban en serio cuando anunció en junio su candidatura como aspirante republicano y que ahora es el favorito a la nominación gracias a una retórica populista y xenófoba contra el establishment, los efectos de la globalización comercial o la inmigración.

Trump gana por goleada en los informativos nocturnos de las tres grandes cadenas generalistas (NBC, ABC y CBS). Ha recibido más de 400 minutos de cobertura televisiva, según datos de la firma Tyndall hasta el 26 de febrero citados por el semanario The Economist. Sus dos principales rivales republicanos, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, apenas llegan a los 50 minutos.

En el bando demócrata, Hillary Clinton roza los 200 minutos frente a los cerca de 50 del otro aspirante, el senador Bernie Sanders.

Trump domina el relato. Y pone a sus rivales a la defensiva. “Es legítimo que nos preguntemos qué ha pasado para que se dé el ascenso de Donald Trump y creo que la respuesta está en el hecho de que llevo aquí cinco minutos y ya he contestado tres preguntas sobre él”, dijo el sábado Rubio en una entrevista en televisión.

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