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El Levante se permite soñar

A balón parado, el conjunto de Rubi derrota a un Espanyol plano y ve la salvación no tan utópica

Verdú y Abraham, en el duelo Levante-Espanyol.
Verdú y Abraham, en el duelo Levante-Espanyol. Juan Carlos Cardenas (EFE)

A balón parado, en dos faltas laterales, el Espanyol se venció ante el Levante. La remontada le permite al equipo de Rubi soñar con la salvación hasta hace nada muy lejos, dejando al Getafe colista, igualado a puntos con el Sporting, a dos del Granada con el que se enfrenta en la próxima jornada y que marca la raya de la salvación. Ganó el Levante porque le iba la vida en ello, haciendo de la necesidad virtud derrotando a un Espanyol plano. Ni el gran trabajo de Víctor Sánchez ni la habilidad y rapidez de Hernán Pérez le bastaron. El Espanyol tendrá que esperar para certificar su cercana permanencia.

Todo comenzó a pedir de boca al Espanyol gracias a Hernán Pérez. El paraguayo llegó a España con 20 años de la mano del Villarreal, primero para formar parte de su filial en Segunda, subiendo dos cursos después al primer equipo sin tener continuidad durante cuatro temporadas en el club castellonense, frenada su progresión por las lesiones. Tras pasar por el Olympiacos, regresar al Villarreal y marchar al Valladolid, Hernán Pérez ha encontrado su espacio en Barcelona y en el Espanyol, jugador relevante primero con Sergio González, también con Galca, siempre que el físico se lo permite. Es propenso el guaraní a las lesiones musculares propias de los jugadores explosivos y veloces.

Hernán Pérez es una bala y a sus 27 años ha alcanzado la madurez a la hora de decidir y definir, atropellado en su etapa en el Villarreal. El extremo paraguayo silenció al Ciutat de València al poco de iniciarse el partido, tras un magnífico desmarque de ruptura en diagonal de derecha al centro, para controlar el potente pase profundo de Víctor Sánchez y batir a Mariño de disparo de zurda cruzado. El séptimo gol de Hernán Pérez, el máximo goleador del Espanyol junto a Caicedo, de regreso también el ecuatoriano al once tras superar los problemas musculares.

El Levante tuvo unos minutos de depresión sin saber cómo manejar la desventaja. Rubi, acuciado por la extrema situación, no quiso prescindir de Deyverson, su referencia en ataque, pillado el brasileño en una salida nocturna junto a Simao y Feddal, también en la convocatoria. A los 23 minutos, en una acción episódica, el Levante igualó el encuentro en una falta lateral botada con una venenosa rosca por parte de Giuseppe Rossi que acabó en la red de Pau López, despistado con la porfía de sus centrales con Medjani, que también se apuntó el tanto.

El empate espabiló tanto al Levante como desconcertó por instantes al Espanyol, aliviado con las dos ocasiones desperdiciadas por Deyverson y Rossi. Dominaba el conjunto granota y asustaban los blanquiazules con sus transiciones rápidas, terreno abonado para Hernán Pérez, un incordio. El guión continuó en la segunda mitad, con el conjunto de Valencia, al que solo la victoria le valía, lanzado hacia el marco de Pau López con más intención que orden.

En una nueva falta lateral, esta vez lanzada por el exjugador perico Verdú, Medjani, esta vez sí logró desviar el esférico a la portería de Pau López, vendido por su defensa. Un gol de oro que permite soñar al Levante. El Espanyol dejó escapar su primera oportunidad.

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