Luis Cembranos

Vallecas siempre es de Primera

Nada de lo que ocurra hoy en la última jornada de Liga afectará a la grandeza de un club querido en toda España. Vallecas es de Primera y el Rayo un equipo que conquistó hace muchos años el corazón de los aficionados con la humildad por bandera y representando mejor que nadie el fútbol de barrio en la élite. Sufrí varios descensos en la casa, los peores recuerdos de mi carrera junto a las lesiones que tuve en mi carrera, pero nada rebajó la ilusión de una masa social siempre fiel, con un estilo definido y la capacidad de generar nuevos sueños para un regreso inmediato a su lugar entre los grandes. Hace falta un milagro deportivo para mantenerse porque el Rayo no depende de sí mismo, pero en el fútbol todo es posible y hay que tener fe mientras haya esperanza. El Rayo es un club fiel a sus principios que en la última etapa está impregnado con un estilo de fútbol más vistoso. Mantiene su perfil de equipo luchador, símbolo de un barrio humilde con esa mentalidad. Me tocó vivir en el club el peor descenso que se puede tener, caer al abismo de Segunda B después de haber hecho historia jugando competición europea y cuatro años seguidos en Primera, algo que solo ha superado el proyecto liderado hoy por Paco Jémez.

En el Rayo siempre hubo una noticia positiva para contrarrestar lo malo. Rápida reconstrucción y hasta premios individuales como mi debut en la Selección que fue el premio al estilo de un equipo con un sello imborrable. Mi corazón siempre será rayista. Nuestros caminos se cruzaron durante seis temporadas cuando era futbolista. Seguro que en un futuro cercano se volverán a encontrar. Forza Rayo alé.