Los argumentos para el partido de vuelta serán los mismos que en la ida. El Córdoba se agarrará a sus individualidades y ya se vio en el partido del Arcángel que a Xisco no le vino grande ocupar el sitio de Florin Andone (que está en la Eurocopa con la selección de Rumanía). El Girona lo volverá a fiar todo a su fortaleza como bloque, así le fue bien y no es momento para cambiar. Todo con el añadido de que el margen de error es cero. Juegan sin red y esa presión puede influir en los dos equipos. El que mejor lo resista durante el partido tendrá mucho avanzado.

La ventaja de la ida no significa mucho. El Córdoba no se puede confiar por tener un gol de ventaja del partido jugado en su campo. Visita un fortín. Y no es una expresión manida. Las estadísticas y las sensaciones lo demuestran. En los últimos cinco partidos el Girona marcó en casa, no recibe gol desde el mes de marzo y está invicto desde el 12 de diciembre... Montilivi no tiene un ambiente tan caliente como el de Córdoba, pero todas estas circunstancias obligarán al Córdoba a marcar para intentar pasar esta ronda. Un segundo asalto muy interesante.