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El PP se encierra y Ciudadanos da el mejor ‘catering’

Los ambientes en las sedes de los partidos reflejan rasgos de cada organización

La sede de Ciudadanos durante el debate.Vídeo: BERNARDO PÉREZ
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El bipartidismo tenía cosas buenas. Una era que la visita a todas las sedes de los partidos durante un debate electoral era más sencilla. A pesar de que ahora el viaje por todo Madrid es más largo, hay algo que sigue ocurriendo: el ambiente y los asistentes reflejan rasgos de cada organización.

Ciudadanos y el Partido Popular son los únicos que pedían militancia y acreditación para entrar. En el caso del PP, la invitación era solo para los jóvenes de Nuevas Generaciones, que veían el debate solos y encerrados en una sala de la segunda planta. El acceso para periodistas estaba limitado a ir acompañado de un miembro de prensa, que nunca llegaba. EL PAÍS subió sin permiso.

El catering más completo era el de Ciudadanos: embutidos, tomates cherry con mozzarella, queso con uvas, con gran variedad de bebidas. A los jóvenes del PP les dieron unos sándwiches con Coca-Cola. En el PSOE, bocadillos mayoritariamente de jamón york y queso de la panadería Grenier, patatas fritas y palomitas en vasos.

En la Morada de Podemos —que es la sede social del partido— hay un bar donde venden, por ejemplo, cerveza a 2,5 euros. Podemos no regalaba nada, ni siquiera aire acondicionado. La sala para seguir el debate en la Morada era estrecha, subterránea, iluminada solo con fluorescentes morados y el sonido retumbaba mal.

La sede más multitudinaria —más de 500 personas— era la del PSOE, con cinco espacios habilitados con pantallas. El espacio más original era una gran terraza al aire libre donde se hacía agradable seguir el debate, rodeado de la ropa tendida por los vecinos de la calle Ferraz. En la media de edad de los asistentes también ganaba el PSOE con holgura.

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La sala mejor preparada era Ciudadanos, donde 200 asistentes rodeaban a dos docenas de periodistas. La sala principal de la sede de Ciudadanos incluye frases en las paredes de Albert Einstein, Víctor Hugo, John F. Kennedy y Albert Rivera. La gran frase de Rivera es: "Tenemos que recuperar la ilusión que nunca debimos perder".

Los dos únicos partidos con miembros ilustres al frente de los seguidores eran la nueva política. Los diputados de Ciudadanos en el Congreso Francisco de la Torre y Marta Rivera de la Cruz o la concejal madrileña Begoña Villacís seguían el debate en la primera fila. En Podemos, los miembros ilustres eran los diputados Tania Sánchez y Ramón Espinar o el secretario en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre. En el PSOE se paseaban por allí sin lugar fijo las diputadas Ángeles Álvarez y Zaida Cantero. En el PP, solo los vicesecretarios Pablo Casado y Fernando Martínez-Maillo visitaron brevemente a los jóvenes antes y en el intermedio del debate.

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