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Berizzo y el futbolista indetectable

El Celta pierde hasta fin de mes a Orellana y busca una alternativa ante el Atlético que puede ser el recién llegado Rossi

El italiano Giuseppe Rossi durante su presentación como jugador del Celta el 30 de agosto pasado.
El italiano Giuseppe Rossi durante su presentación como jugador del Celta el 30 de agosto pasado.Salvador Sas (EFE)

Cuando el Celta está bien engrasado todo lo que sucede en el césped tiene aire de guerrilla, el equipo se ajusta atrás en torno a cambios de marcajes individuales y se agrupa en mediocampo para encimar al rival en la circulación de la pelota. A partir de ahí todo fluye revestido de un concepto libertino y en la orgía ofensiva a Berizzo le agradan los futbolistas que permutan posiciones y se convierten en insondables. Nolito lo era, pero su jugada favorita se repetía varias veces en los partidos, recibía acostado a la izquierda el balón al pie y desde ahí buscaba una conducción hacia una posición centrada que le abriese el horizonte de un disparo o una combinación. Pero el jugador más imprevisible, incluso para el propio Berizzo, es Fabián Orellana. Hace una semana se marchó para concentrarse con la selección chilena y regresó a Vigo lesionado, una dolencia muscular en el cuádriceps de la pierna derecha le tendrá fuera del equipo hasta final de mes. Un desastre por más que ahora el Celta tenga fondo de armario. Rossi, Pione Sisto, Señé o Naranjo optan a suplirle.

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“Por la versatilidad que tiene que es difícil de leer”, define Berizzo al mediapunta chileno, o extremo, o delantero. “Desde un puesto juega de otra cosa”, ilustra el técnico. Orellana es un tipo peculiar, indetectable también para el periodismo, con el que no suele relacionarse, un tímido que a su llegada al equipo había despertado cierta prevención: se le tenía por huraño, insolidario e individualista, se apuntaba su tendencia a tener problemas con los árbitros. Talento incomprendido pese a su buen rendimiento en su estancia en Xerez y Granada, llegó a Vigo con un contrato de cesión para integrarse en un vestuario donde muchos de sus integrantes se conocían desde niños. Encontró su sitio y mostró que la timidez ocultaba bondad. Trabó una amistad verdadera con pesos pesados como Iago Aspas o Hugo Mallo, fue capital en el ascenso del equipo a Primera y regresó a Granada. El alma se quedó en el Celta y el cuerpo le acompañó apenas cinco meses después. Nunca dejó de ser indiscutible, ni para Paco Herrera ni para Berizzo, tampoco para Luis Enrique que le puso bajo sospecha al poco de llegar, le mostró la puerta de salida y acabó entregado a él. “Era uno de los descartados, decidió quedarse y le dio la vuelta a la situación. A los entrenadores nos encanta comernos las palabras cuando nos equivocamos así”, apuntó el ahora técnico del Barcelona.

Si los plazos se cumplen, Orellana se perderá como poco seis partidos, el primero de ellos contra el Atlético en el estreno horario de la franja horaria de los sábados a la una de la tarde y estaría en duda para recibir al Barcelona el 2 de octubre justo antes de una eventual nueva convocatoria con Chile. Entre medias, Osasuna, Sporting, Espanyol y el estreno europeo en Lieja contra el Standard y en Balaídos con el Panathinaikos. “Su ausencia nos obliga a buscar alternativas”, asume Berizzo. Y ahí retoma de nuevo su querencia por el futbolista indetectable, por mezclar a Iago Aspas y al recién llegado Giuseppe Rossi. “Tendrían que compartir la función de nueve y de diez, ninguno predeterminado, encontrar un mecanismo, una sincronización para que intercambien posiciones y funciones”. No hay problema para Aspas: “A todo el mundo le gusta jugar con los buenos”, desliza.

A Berizzo le gusta Rossi por el mismo motivo por el que es fanático de tipos como Aspas u Orellana. “No sólo es capaz de terminar el ataque sino que lo construye”, define al futbolista italiano, que apenas lleva una semana en el equipo. Pero el desafío contra el Atlético requerirá cierta infantería. “Necesitamos también centímetros y fuerza física”, reconoce el entrenador argentino, que aguarda una lucha voraz por la pelota y atención extrema a las acciones a balón parado, donde pierde en las dos áreas al sueco Guidetti, de permiso por paternidad. Marcelo Díaz, otro chileno, también está lesionado así que todo apunta a que Radoja, Hernández y Wass trabajarán en el eje. “Las pérdidas de balón serán un factor muy importante, quien las pueda soportar mejor tendrá el control del partido”. Presión, recuperación y búsqueda del futbolista indetectable. Así imagina el partido Berizzo, así espera sumar los primeros puntos del campeonato tras caer contra Leganés y Real Madrid.

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