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El Barcelona ante la tendencia de los cinco defensas

El Betis, el Alavés y el Celtic se enfrentaron al equipo azulgrana con una zaga de tres centrales y dos carrileros

Jordi Quixano
Luis Enrique, durante la rueda de prensa de ayer.
Luis Enrique, durante la rueda de prensa de ayer.ALEJANDRO GARCÍA (EFE)

Se ha instalado una tendencia frente al Barcelona que ya se hacía en los últimos tiempos de Pep Guardiola en el banquillo, cuando los rivales les encaraban con una línea de cinco zagueros. Ahora se repite la tonadilla porque así salieron de inicio el Betis y el Alavés en la Liga, y el Celtic en la Champions. Queda por ver qué hará el Leganés, que también parece rumiarlo. “Pueden poner una defensa de cinco”, se arrancó el técnico Luis Enrique; “pero me espero un rival valiente, nada temeroso”.

Desde el vestuario entienden que el planteamiento táctico no es tan importante, sino que el juego rival lo marca las alturas de las líneas. “Tener cinco atrás no quiere decir que siempre se juegue igual”, dice un futbolista del vestuario azulgrana. Se refiere a que el Alavés plantó la última línea en el borde del área y el Celtic, que también tenía tres centrales y dos carrileros, prefirió realizar un acoso medio-alto y dejó un espacio de 20 metros entre el portero y sus defensas. Un sistema que agujerearon con facilidad (7-0) porque estaban en tierra de nadie, sin atacar ni defender. No ocurrió así con el Alavés, capaz de imponerse en el Camp Nou (1-2), al tiempo que Luis Enrique reconoció que no se había planteado la posibilidad de que les jugaran así. Entonces, no hubo capacidad de reacción, quizá porque las áreas estaban debilitadas con Piqué en la grada y Messi y Luis Suárez en el banquillo de inicio por unas molestias musculares.

Si el rival se encierra, en la mayoría de las ocasiones dependemos de nosotros mismos para ganar", explican desde el vestuario azulgrana

“Es difícil encontrar espacios cuando el rival se encierra atrás”, reconocen desde el vestuario culer; “pero si nos juegan así sabemos que normalmente el balón será nuestro. Y cuando eso ocurre, en la mayoría de las ocasiones dependemos de nosotros mismos para ganar”. Desde el club, sin embargo, exponen: “Nunca se sabe qué es mejor”. Y, conscientes de que faltan encajar las piezas, recuerdan: “El año pasado en la jornada cinco perdimos contra el Celta 4 a 1. Curioso, ¿no?”.

Pero no se puede permitir el Barça muchos tropiezos más ante los considerados rivales menores, por más que sea el inicio de la Liga, porque ya se ha visto en los últimos años que restar puntos a los grandes es una quimera. Así, ante el Leganés, donde descansará Busquets por las rotaciones y Aleix Vidal por norma, están advertidos. Y sean cinco o no atrás, Luis Enrique no duda: “No suele encerrarse sino que presiona arriba”.

20 años con Iniesta

Hace dos décadas, Iniesta llegó a La Masia, futbolista capital para preservar el estilo de un equipo que lo ha ganado todo. “Es una efeméride maravillosa. Es nuestro capitán, un emblema del fútbol mundial por lo que ha conseguido y sobre todo por cómo lo ha hecho y con qué valores”, le elogió Luis Enrique; “nadie le recuerda un mal gesto en la victoria ni en la derrota. Será difícil que salga otro Iniesta”.

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