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Ciudadanos examina en Galicia y País Vasco la fortaleza de su expansión nacional

Tras un 2015 exitoso, el partido afronta dos citas "difíciles" para sus intereses

Juan José Mateo
Nicolás de Miguel, Inés Arrimadas y Albert Rivera, el domingo en Vitoria.
Nicolás de Miguel, Inés Arrimadas y Albert Rivera, el domingo en Vitoria. L. RICO

La doble cita electoral del domingo en Galicia y el País Vasco examina la fortaleza con la que Ciudadanos se ha implantado en toda España. Hasta 2015, este partido limitó su actividad a Cataluña. Desde entonces, ha logrado representación en 12 de las 15 Cámaras autonómicas que se han puesto en juego y ha entrado con fuerza en el Congreso. Sin embargo, Cristina Losada y Nicolás de Miguel, sus candidatos en estas dos Autonomías, se reconocen frente a "un reto": las encuestas reflejan que tendrán que luchar voto a voto para lograr entrar en sus respectivos Parlamentos y prolongar la exitosa expansión que ha vivido su partido en las elecciones autonómicas previas.

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"Ha habido un intento sostenido del PP de presentar el voto a Ciudadanos como un voto que va a la basura. Son una prueba, la muestra, el indicio, de que hay un potencial de voto a Ciudadanos que les preocupa mucho", opina Losada, que afronta la cita del 25-S sabiendo que Alberto Núñez-Feijóo argumenta que votarle a ella pone en riesgo su mayoría absoluta y abre la puerta a un gobierno de izquierdas. "Sabemos que estamos haciendo las cosas bien: si no, no tendríamos los ataques furibundos que recibimos por parte del PP", coincide De Miguel, que ha visto cómo el PP atacaba sus opciones con un vídeo en el que decía que votarle "es tan útil como llevar chanclas en Groenlandia o bañador en el Himalaya". En respuesta, Ciudadanos aprovechó los eslóganes populares para recordar los casos de corrupción del partido de Mariano Rajoy o del PSOE, así como su labor de oposición en Cataluña.

El pulso propagandístico que disputan las dos formaciones en las elecciones autonómicas resume el desafío al que se enfrenta Ciudadanos en toda España. Albert Rivera comparte una importante bolsa de votantes con Rajoy. Los datos reflejan que por ahora pierde la batalla para convencerles de que abandonen al PP: según Metroscopia, entre las elecciones generales del 20-D y las del 26-J, 216.000 antiguos votantes de Rajoy optaron por Rivera... al que sin embargo abandonaron 680.000 en beneficio de Rajoy. Así, el 20% de los españoles que habían elegido a Ciudadanos en diciembre de 2015 cambiaron al PP en junio de 2016.

Ciudadanos presenta sus condiciones para pactar y no incluye las primarias

Ciudadanos ha presentado este jueves las 30 medidas que pedirá a cambio de su voto si es decisivo para formar Gobierno en Galicia. Ningún sondeo asegura que este partido logre representación, y todos predicen que el PP obtendrá mayoría absoluta. Entre las condiciones, que recogen propuestas para la reactivación económica, reformas sociales y para la regeneración democrática, no se incluye hacer las primarias obligatorias por ley.

"Son 30 medidas básicas y no incluyen todo nuestro programa", ha explicado José Manuel Villeas, vicesecretario general del partido.

Hasta ahora, el partido siempre había incluido este punto en todos sus pactos autonómicos. Aunque acabó renunciando a él en el acuerdo de investidura que firmó con Mariano Rajoy para el gobierno de España, sí lo planteó en el inicio de las negociaciones.

La evolución de esas estadísticas marcará el futuro del partido y la marcha del nuevo sistema de cuatro grandes formaciones. Ciudadanos llegó a colocarse como segunda fuerza (22,6%), a una sola décima del PP, un mes antes de las elecciones generales de diciembre de 2015. Ahora registraría el 12% de los votos, según Metroscopia. No ha pasado de cuarta fuerza autonómica más que en la Comunidad que le vio nacer, Cataluña, donde lidera la oposición. En consecuencia, el partido ha asumido que su expansión nacional y su llegada a las instituciones no será un sprint, sino un maratón.

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"En un futuro queremos gobernar, pero primero hay que ser útiles a los españoles", admitió esta semana Rivera, que intenta potenciar el papel de otros portavoces, candidatos y líderes para que el éxito de la formación no dependa únicamente de su presencia. "Hay que ser humilde, saber que las cosas cuestan trabajo en la vida, y eso es lo que hace Ciudadanos cada día".

Los resultados del domingo en Galicia y País Vasco sirven de termómetro para el partido que más riesgos ha tomado frente al bloqueo en la formación de Gobierno. Tras pactar con el PSOE en febrero, y con el PP en agosto, Ciudadanos afronta dos citas electorales que sus representantes describen como "difíciles" para sus intereses. Que obtenga representación o no en ellas supondrá un trampolín o un freno a sus aspiraciones nacionales.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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