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Puigdemont: “La democracia española está enferma”

El presidente catalán insta a Rajoy a ser interlocutor con Cataluña y no solo con Trump

El 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont.
El 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont.Andreu Dalmau (EFE)

Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, ha alterado este miércoles por sorpresa el orden del día del pleno del Parlament para pedir la palabra y realizar un duro alegato contra la democracia española a propósito del juicio a Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por la consulta del 9-N. Puigdemont ha acabado su intervención pidiendo a Mariano Rajoy que medie en el conflicto catalán, si es capaz de ofrecerse a Donald Trump como interlocutor de Estados Unidos en Europa.

El soberanismo es consciente de que esa vista pública alimenta su estrategia a favor de la secesión y no quiere desperdiciar ninguna ocasión que se le presente. Lo hizo el lunes en las calles de Barcelona arropando a los acusados hasta las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y este miércoles Puigdemont ha vuelto a exprimir la celebración del juicio.

El president ha pedido la palabra a propósito de la ausencia de la diputada de Junts pel Sí y exconsejera de Enseñanza, Irene Rigau, que está en el banquillo de los acusados. "No puede ser que sigamos aquí como si no pasara nada", ha dicho Puigdemont, quien ha recordado las manifestaciones en Cataluña en contra del terrorismo, la guerra de Irak, "o las mentiras del Gobierno por los atentados del 11-M".

"La democracia española tiene un problema estructural que la va deteriorando, es una democracia que ha enfermado", ha dicho Puigdemont durante una intervención, que ha durado nueve minutos y en la que ha cargado contra casi todos los partidos. Así, ha dicho que el PSOE estaba "completamente entregado" al PP y que Ciudadanos "actúa como corriente interno" del PP.

El presidente también ha cargado contra "el muro de información, mentiras y propaganda servida en diversos formatos" de los medios de comunicación de ámbito español públicos y privados". Puigdemont considera que España tiene una "democracia de intensidad variable" que se regula como conviene y que permite el juicio a Mas, Ortega y Rigau.

El líder catalán ha recordado que Federico Trillo, responsable del accidente del Yak-42, ha sido recolocado en el Consejo de Estado, que la Policía ha elaborado informes falsos sobre dirigentes nacionalistas catalanes y que el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz conspiró con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña sin que pase nada ni actúe la justicia ni la fiscalía.

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Frente a esos ejemplos, Puigdemont ha contrapuesto el juicio por el 9-N y ha recordado que se le ha criticado por acompañar a Mas ante las puertas del tribunal, mientras nadie dijo nada cuando Felipe González acompañó a la cárcel de Guadalajara a "convictos de terrorismo de Estado", en referencia a José Barrionuevo y Rafael Vera.

A la intervención de Puigdemont ha seguido la de todos los líderes parlamentarios, quienes han vuelto a reiterar sus posicionamientos sobre la situación política de Cataluña. Así, Inés Arrimadas (Ciudadanos) ha asegurado que los independentistas eran "muy valientes" en el Parlament, pero muy mansos ante el tribunal. Por eso ha recordado que Artur Mas explicó el lunes al tribunal durante su declaración que no tenía ánimo de desobedecer al Tribunal Constitucional, después de ordenara la suspensión de la consulta cinco días antes de celebrarse.

Por su parte, Miquel Iceta (PSC) ha asegurado que el juicio en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña era "un espectáculo no deseado y sin precedentes en la Europa democrática", pero también ha recordado que ningún gobernante tampoco ha desobedecido nunca a un Tribunal Constitucional. "A Mas se le juzga por desobedecer, no por sus ideas", ha rematado Iceta, quien ha recordado que si las leyes de ruptura que surjan del Parlament son ilegales, no serán democráticas.

Xavier García-Albiol (PP) se ha remontado a Jordi Pujol y el fraude fiscal reconocido por el expresidente de la Generalitat y ha negado que su partido protagonizara una recogida de firmas contra Cataluña, sino "contra algunos artículos del Estatut". Lluís Rabell (Catalunya sí que es Pot) ha empezado su intervención diciendo que "quizás estamos ante el inicio de la campaña electoral", en referencia a la intervención de Puigdemont. "O se desobedece y se aceptan las consecuencias o no. Lo que no se puede hacer es desobedecer para animar a la parroquia y luego decir al tribunal que no lo sabíamos", ha añadido Rabell, quien ha levantado los aplausos de la bancada de la oposición.

Anna Gabriel (CUP) ha cargado contra todos los grupos no independentistas, se ha desmarcado también del discurso de Puigdemont y ha recordado a Rabell que los movimientos sociales soportaron las cargas de los Mossos d'Esquadra cuando estaba en manos de Iniciativa per Catalunya en la época del tripartito. Jordi Turull (Junts pel Sí) ha elogiado la intervención del presidente catalán y se ha sumado a las críticas a los grupos de la oposición: "El Estado español no es un Estado de Derecho".

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