El concierto de Ariana Grande en Mánchester

Ariana Grande ha celebrado este domingo el concierto benéfico en Manchester en homenaje a las 22 personas que fueron asesinadas en un atentado suicida el pasado 22 de mayo, tras la actuación de la cantante estadounidense en la ciudad. Ariana Grande ha decidido repetirlo, esta vez acompañada de una amplia variedad de grupos y artistas. Entre los confirmados estaban Justin Bieber, Coldplay, Take That, Katy Perry, Pharrell Williams, The Black Eyed Peas, Miley Cirus, Usher y Robbie Williams. Las 50.000 entradas del evento, llamado One Love Manchester, se vendieron en 20 minutos y el dinero será destinado a los familiares de las víctimas del atentado.

35.000 entradas han sido vendidas a unos 45 euros y 14.200 han resultado gratuitas para las personas que asistieron al primer concierto, que fue objetivo del atentado suicida. La expectación ha sido tal que la organización ha frenado 10.000 intentos de obtener entradas gratis por parte de personas que no habían estado en el primer concierto y, según informa la agencia France Presse, eBay ha detectado intentos de reventa de entradas. Algunos de los anuncios pedían hasta 1.370 euros, aunque la plataforma prometió luchar contra "los que quieren aprovecharse de la tragedia".

El concierto de Ariana Grande se ha celebrado en el Old Trafford Cricket Ground, que está fuertemente protegido por las fuerzas de seguridad. "Hemos aumentado nuestros recursos, con un importante número de agentes de la policía de la región de Manchester y colegas de otras fuerzas, algunos de los cuales irán armados", dijo el superintendente Stuart Ellison.

La cadena MTV retransmitió el concierto en 180 países para alentar las donaciones hacia las víctimas. "La música sirve para curarnos, para reunirse, para hacernos felices", escribió Ariana Grande en Instagram, quien visitó por sorpresa el viernes a los heridos que estaban siendo tratados en el hospital infantil de Manchester. El mánager de la artista, Scooter Braun, ha argumentado que tras el atentado de este sábado en Londres, que ha acabado con la vida de otras siete personas, el evento tiene "un propósito aún más grande".