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Juventus - Barcelona: Neymar también la lía en el campo

El delantero, que flirtea con el PSG, marca los dos primeros goles de la era Valverde y desmonta a la Juve (1-2)

Jordi Quixano
El Barcelona vence a la Juventus en el partido de la International Champions Cup
El Barcelona vence a la Juventus en el partido de la International Champions CupJewel Samad (AFP)

El primer gol de la era Valverde fue de Neymar. El segundo, un tanto de hemeroteca, también. Pudo ser la lógica porque pocos extremos se desenvuelven tan bien con la pelota entre los pies. Pero también pudo ser un guiño del mundo balón que provocó el técnico porque no dudó en su estreno en darle carrete de inicio al brasileño, por más que pudiera restarle protagonismo porque su juego del ratón y el gato con el PSG y el Barcelona devora la actualidad azulgrana. Quizá era también una forma del entrenador de decirle que cuenta con él desde el principio con hechos como ya hiciera el día anterior con palabras. Discurso que sigue a pies juntilla todo el Barcelona, que abraza con fuerza a su brasileño para que no se marche. Neymar, sin embargo, se explicó a su manera. Es decir, con las botas puestas.

Juventus, 1 - Barcelona, 2

Barcelona: Cillessen; Aleix Vidal, Piqué, Mascherano, Digne; Rakitic, Samper, Iniesta; Messi, Alcácer y Neymar. Segunda parte: Ortolá; Semedo, Marlon, Umtiti, Alba; Sergi Roberto, Busquets, Aleñà; Arda, Luis Suárez y Denis Suárez.

Juventus: Buffon; Lichtsteiner, Benatia, Barzagli, Asamoah; Khedira, Marchisio; Sturaro, Lemina, Bentancur; Mandzukic. También jugaron: Szczesny, Chiellini, Pjanic, Rincón, Dybala, Cuadrado, Higuaín, Douglas Costa, Alex Sandro, Mandrágora y De Sciglio.

Goles: 1-0. M. 15. Neymar. 2-0. M. 25. Neymar.

Árbitro: Edvin Jurisevic. Mostró la cartulina amarilla a Aleix Vidal, Marchisio, Lichtsteiner.

MetLife Stadium. Unos 82.104 espectadores.

Jugaba el Barcelona volcado hacia su banda, la izquierda, en lo que era otra forma del equipo para tratar de convencerle de que nunca tendrá unos compañeros que le entreguen la pelota tan redonda. Hasta Messi le dejó lanzar la primera de las faltas del curso, que se estrelló en la barrera. Pero como esgrimen desde el club, no hay otro extremo a su altura y así se lo confirmó a Lichtsteiner, que empezó el duelo como un escalador y a los pocos minutos se quitó el piolet para quedarse quieto en su sitio de la retaguardia. Más que nada porque el 11 le cogió la espalda y montó en un santiamén dos contras que por poco no concluyó junto a Messi. A la que intercambiaron el papel las dos estrellas, se armó el lío. Sucedió cuando Messi le devolvió una pared a Neymar, que repitió maniobra con Alcácer, ya dentro del área. Empujado por detrás, sin embargo, tuvo tiempo para armar la pierna y marcar el gol a Buffon, empresa que nunca ha logrado Messi. Aunque Neymar redobló la apuesta. Fue Leo el que se la entregó por dentro de nuevo y el brasileño, mágico, realizó 11 toques y descontó a cinco rivales para cruzar el esférico a la derecha del portero, a la red. Una diana para recordar…

Tuvo también tiempo para fallar un tanto en un mano a mano frente a Buffon y hasta para provocar un rifirrafe con Marchisio. Espectáculo y goles, Neymar en estado puro. Aunque sus festejos, que no estuvieron aliñados con un beso al escudo, por ejemplo, llegaron porque el Barcelona asumió el peso del encuentro, gobernador de la pelota y del terreno, atinado en la construcción y en el remate. Y eso que es césped estaba pesado y la pelota no rodaba rápido. Pero las señas de identidad características del equipo en la era moderna hicieron acto de presencia, como la presión avanzada y el toque como bandera, tanto que el Barça mareó a la Juventus, apenas revitalizada con un remate de cabeza de Mandzukic que le susurró al oído del poste, pero por fuera.

Con un fútbol fluido porque salieron de la partida seis habituales titulares con anteriores inquilinos en el banquillo, también se vio la fogosidad de Aleix Vidal por la banda derecha, el temple de Samper –sorprendió su inclusión en el once cuando el club le busca una cesión- e Iniesta para repartir el balón y la generosidad de Alcácer. Demasiado para la Juve, finalista de la última Champions y también verdugo del Barcelona tras un sonrojante 4-0 en el duelo de ida.

Varió por completo el equipo azulgrana en el segundo acto, con 11 cambios y con el estreno de Semedo en el lateral derecho. Se le exigió poco y tampoco mostró demasiado, pero es que el Barça era otro, sin apenas ritmo (más propio de un amistoso, del primero de la pretemporada) y con dificultades para expresarse en campo ajeno. Ocurrió también que Allegri puso a sus magníficos, a Dybala, Cuadrado, Higuaín y Douglas Costa. Tiempo juventino bautizado por un caño y un chut de Dybala que paró de fábula Ortolá y coronado con el tanto de Chiellini a la salida de un córner. Replicó el Barcelona con dos chutes de Denis Suárez, buen aliado de Arda Turan en la línea de ataque completada por Luis Suárez, tan efusivo como siempre.También se apreció el recorrido de Sergi Roberto en la medular, la facilidad para chutar de Aleñà y la pelea de Arda, reacio a marcharse del club. Pero ya no hubo más goles ni nadie que le restara protagonismo a Neymar, tan de moda en estos últimos días.

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