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El clérigo de las dos caras

Los responsables de la mezquita de Ripoll afirman que el comportamiento del imán era normal, pero algunos fieles dicen que sospechaban

Dos musulmanes en la mezquita de Ripoll donde predicaba el imán Abdelbaki Es Satty. En vídeo, cómo se radicalizó el imán de Ripoll.Vídeo: ALBERT GEA (REUTERS) / EPV
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Abdelbaki Es Satty llegó a la mezquita de Ripoll en 2015. "Cada día es más difícil encontrar un imán, así que fue una gran noticia que apareciese él". Lo cuenta Hammou Minhaj, secretario de la Comunidad Musulmana de Ripoll, conocida como Annour. Él es una de las cuatro personas que gestionan la mezquita, desde cuya alfombra atiende nuestras preguntas. "Era un imán absolutamente normal. Nunca percibimos ningún gesto o palabra extraña. Venía a los rezos, ayudaba, atendía a los fieles…". "Eso sí -puntualiza Minhaj-, era un hombre solitario, discreto".

Nada raro percibió tampoco en estos dos años Abdel, vecino musulmán de Ripoll y asiduo a la mezquita: "Ahora me doy cuenta de que tenía dos caras, la que nos dejaba ver y la real. En la que nosotros veíamos era un hombre tranquilo, amable. Era muy inteligente y ayudaba a los fieles que se lo pedían".

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La sorpresa, pues, fue grande para quienes frecuentaban la mezquita cuando el nombre de Abdelbaki salió en los medios de comunicación asociado al atentado. "Inmediatamente le preguntamos a todos los hermanos y hermanas si habían alguna vez escuchado algo", dice Minhaj. "Si les había dicho algo sospechoso o extraño. Pero todos nos han dicho que no, que nunca notaron absolutamente nada".

Por ello, Minhaj, que lleva cinco años colaborando en la mezquita, se siente sorprendido. "Varias veces vinieron los Mossos a la mezquita a preguntarnos al presidente y a mí por el imán. Y siempre les decíamos que todo iba bien". La Unidad de Proximidad de los Mossos d'Esquadra realiza una constante vigilancia y supervisión de las mezquitas en Cataluña. La de Ripoll no era una excepción. "Lo que me llama la atención -dice Minhaj- es que no nos hayan dicho que tenía antecedentes. ¿Por qué no nos avisaron? ¿No lo sabían? Si hubiéramos sabido que tenía antecedentes jamás hubiera sido imán aquí". La pregunta se la hacen muchos fieles en la mezquita, después de conocerse que Abdelbaki Es Satty fue detenido por tráfico de hachís.

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Un familiar directo de dos de los integrantes de la célula yihadista, vecino de Ripoll y también asiduo a la mezquita, asegura que no todos en la comunidad musulmana de esta localidad estaban tan convencidos de la bondad del imán. Según este testimonio "algunas personas decían que no se fiaban, sospechaban de él. A mí me lo dijeron dos vecinos. Y a ellos les avisaron desde Marruecos".

Explica este familiar que algunos vecinos de Ripoll con familia en el país magrebí conocían la otra cara del imán. "Recuerdo un día que un vecino me dijo que algo como lo que ha ocurrido podía pasar con este imán. Estaba convencido. Me decía: ‘Va a ocurrir esto’. "¿Sabe lo que pasa? Que era un hombre muy inteligente, un tipo que lo tenía todo planeado", añade.

La primera vez que en la mezquita detectaron algo raro fue, precisamente, el día que Abdelbaki les comunicó que se iba. "Nos dijo que necesitaba tres meses de vacaciones, que tenía que irse a Marruecos", explica Minhaj. "Obviamente, le dijimos que eso no podía ser, no era posible que se ausentase tres meses. Así que se fue. Desapareció y nunca lo volvimos a ver".

Sí que lo vio, según cuenta, el hombre que compartía piso con Abdelbaki en la calle Sant Pere, en el centro de Ripoll. Asegura este testigo que vio al imán, por última vez, el pasado martes.

Aunque los Mossos han explicado que Abdelbaki, muy probablemente, sea uno de los fallecidos en la explosión del pasado miércoles de Alcanar, para algunos vecinos musulmanes de la comunidad el imán sigue vivo. "No murió, no es el de la explosión", afirma un familiar de los terroristas. "Nos han dicho amigos de Marruecos que este hombre se fue a Siria. Y que lo han ascendido por ser tan buen reclutador".

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